Secciones
Servicios
Destacamos
LAURA MAYORDOMO
GIJÓN.
Sábado, 6 de abril 2019, 01:24
A la sede de Ludópatas Asociados en Rehabilitación del Principado de Asturias (Larpa) en Oviedo -situada en la calle Pérez de la Sala, frente al auditorio Príncipe Felipe- acuden semanalmente unas 150 personas, entre afectados y familiares. Cada martes, miércoles y ... jueves, de siete y media a nueve de la tarde, se desarrollan en ese local las terapias de grupo que tienen como fin rehabilitar a quienes han perdido el control de su vida por culpa del juego y las apuestas. El tratamiento dura entre año y medio y dos años, combina las sesiones grupales con consultas individualizadas con un psicólogo y es cada vez más demandando. Las últimas estadísticas de la asociación revelan que, en 2018, el número de ludópatas que seguían estas terapias rehabilitadoras aumentó un 108% con respecto al año anterior. El 80% de los que llegan hasta el final se rehabilitan. Pero no son pocos -se calcula que en torno a un 30%- quienes abandonan el tratamiento antes de que finalice.
Larpa no es el espacio al que acudir para rehabilitarse en Asturias de la única adicción en la que no se consume ninguna sustancia que ha sido reconocida como una enfermedad por la Organización Mundial de la Salud, pero sí al que más recurren quienes tienen este problema. En el Servicio de Salud del Principado (Sespa) hay en torno a sesenta personas tratadas y otro medio centenar en Proyecto Hombre.
En Asturias, 647 personas están inscritas en el Registro General de Interdicciones de Acceso al Juego, es decir, han solicitado que se les impida el acceso a establecimientos de juegos y apuestas. El número no ha dejado de crecer año a año. Como también lo han hecho las consultas y peticiones de ayuda a la asociación de Ludópatas Asociados en Rehabilitación. «Tenemos una sede de 300 metros cuadrados y en dos años se nos quedó pequeña», expone su presidente, Máximo Gutiérrez como claro ejemplo del incremento de la incidencia del juego y las apuestas en la sociedad asturiana.
De ahí la necesidad de extender su radio de influencia a otras ciudades, como Gijón y Avilés. De hecho, en breve comenzará a funcionar, en la sede del Conseyu de Mocedá de Xixón, un punto de información y prevención al que la gente de Larpa se desplazará en principio una vez al mes. La asociación también se incorporará al plan municipal estratégico sobre adicciones de esta ciudad.
Preocupa especialmente a Máximo Gutiérrez el número cada vez mayor de jóvenes que recurren a la asociación. En estos momentos, cerca del 50% de sus socios tienen menos de 35 años. «Y bajando», advierte. Por eso es contundente: «No podemos hacer como con el alcohol, que mirábamos para otro lado. Aquí no hay que bajar la guardia». El perfil del ludópata ha cambiado mucho en estos último años. Se ha visto en la edad -«antes la franja mayoritaria estaba entre los 45 y los 55 años»- y también en el género de los jugadores con problemas de ludopatía. Entre hay cada vez más mujeres.
En cuanto al tipo de juego con mayor tirón entre los jóvenes, «las apuestas deportivas se llevan la palma». Los salones de apuestas se han convertido, en muchos casos, en «el lugar donde quedan con los amigos». Apartarlos de esos locales y del juego resulta complicado «porque sus amigos también apuestan».
«Sacarlos de ese ambiente supone alejarlos de su círculo de amistades y perder esa socialización que tan importante es en el proceso de rehabilitación», asegura el presidente de Larpa.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Estos son los mejores colegios de Valladolid
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.