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El fabricante Talgo emitió ayer un comunicado asegurando que su modelo de tren Avril estará en condiciones de circular en servicio comercial en noviembre «siempre que los otros actores que participan en este proceso cumplan con los plazos que han facilitado». El comentario alude ... a la Agencia Estatal de Seguridad Ferroviaria y la Agencia Ferroviaria de la UE principalmente, encargados de supervisar y autorizar el uso comercial del ingenio. También a Renfe, que debe formar a sus maquinistas en el manejo de los trenes.
Fuentes de la operadora confirman que la expectativa es la de una entrega progresiva que incluya ya en noviembre algunos trenes de la versión con rodadura desplazable, esto es, capaces de circular tanto por vías de ancho estándar como las que hay de Madrid a León, como de seguir el viaje en ancho ibérico, que es el tipo de vía entre León, Oviedo y Gijón. De esta forma sería posible sincronizar dos hitos: el estreno de los trenes que sí llevarán la marca comercial AVE y el de la propia variante de Pajares, toda vez que la fecha de apertura anunciada por el Ministerio de Transportes para la infraestructura también es noviembre.
Talgo confirma que la puesta en servicio de los 30 trenes de «muy alta velocidad» que formarán la Serie 106 de Renfe «será escalonada»; quedará en manos del cliente decidir si utiliza los primeros en la ruta Madrid-Gijón u opta por ponerlos en Galicia o Cádiz, destinos que también aguardan este tren. Tiene un diseño «completamente nuevo técnicamente y capaz de circular a 360 kilómetros por hora en cualquier ancho de vía, hecho inédito en el mundo que hace que su certificación deba ser especialmente exhaustiva», defiende el fabricante. El S-130 que presta ahora el servicio Alvia Gijón-Madrid tiene una velocidad máxima de 220 en ancho ibérico y 250 en estándar.
Además de tiempos de viaje más cortos, el modelo Avril incrementa el número de asientos. El Alvia dispone de 299 y el nuevo tren de Talgo pasa de las 500. Esa mayor oferta ejerce de espada de Damocles en plazas como la asturiana. El de la larga distancia es un mercado liberalizado en el que Renfe tiene poco margen para sostener conexiones deficitarias. Eso implica que deberá destinar estos trenes de gran pasaje a los núcleos que más viajeros le reporten.
La puesta en servicio del Avril se ha convertido casi en una cuestión de Estado. En 2016 Renfe adjudicó a Talgo el suministro, a un precio de 22,5 millones el tren y con la expectativa de disponer de ellos a partir de 2021. El retraso tiene a la operadora con una flota tan justa que en ocasiones no tiene trenes que ceder a las pruebas de la variante de Pajares.
Otra de las novedades de la semana implica que la operadora nacional perderá el monopolio en el noroeste. Ouigo, la marca con la que trabaja en España la empresa pública francesa SNFC, ha solicitado a Adif permiso para circular en el tramo Madrid-Valladolid en 2024. Será así la primera que compita con Renfe.
Según explica la compañía que se precia de poner billetes de bajo coste desde 9 euros, su objetivo es dar mayor rentabilidad a su flota, de 14 trenes a los que se sumarán otros dos, todos en ancho estándar fijo. El servicio Madrid-Valladolid sería una extensión del que ya presta de Madrid a Alicante, alargando el recorrido de los trenes. Según la operadora, el hecho de que solo Renfe trabaje en Madrid-Valladolidy que el canon sea más bajo en este segmento juegan a favor de la apuesta. De la cuota de mercado que logre dependerá si Renfe se ve en la obligación de reajustar su cartelera de precios y servicios dentro del corredor Madrid-Gijón.
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