El nuevo mapa sanitario asturiano implicará cambios en la contratación temporal de personal

En el caso de que no sea posible la cobertura de un determinado puesto de trabajo, el Sespa lo ofertará a los demandantes de empleo que hayan optado por otros niveles asistenciales o áreas sanitarias. De aceptar, se les otorgará una mayor puntuación por cada día de servicios prestados. De este modo, Salud pretende dar respuesta a las reticencias manifestadas por los sindicatos sanitarios, que «no acabamos de ver claro en qué beneficia el nuevo mapa» a los pacientes y los trabajadores.

Fruto de la reordenación emprendida por la Consejería de Salud, Asturias pasará a estar dividida en tres grandes áreas sanitarias, en lugar de las ocho actuales. Eso implica, a efectos de gestión, que Oviedo y el centro de la región se fusionarán con el suroccidente y la cuenca del Caudal; que el Oriente y el valle del Nalón pasarán a formar parte de la misma unidad de gestión que Gijón, Villaviciosa y Carreño, y que la comarca de Avilés compartirá área sanitaria con el Noroccidente asturiano. Los sindicatos temen que, con esta nueva organización territorial, «nos puedan tener, por poner un ejemplo, de Gijón a Arriondas y de Arriondas a Campo de Caso».

Para salvar las reticencias laborales generadas, el Sespa le hacía esta semana una propuesta a las organizaciones sindicales, como punto de partida de una negociación que resulta fundamental para que el nuevo mapa sanitario llegue a buen puerto y que se inicia dos meses después de que la Consejería de Salud lo presentase públicamente. «Nos presentaron algo muy simplista. Queda mucho por matizar», opinan los representantes de los trabajadores del documento que les ha trasladado el Servicio de Salud. Un escrito que apenas ocupa doce páginas y que plantea, de inicio, la modificación del pacto existente sobre contratación temporal.

Además, «será necesario negociar y determinar las unidades electorales que van a regir el ámbito representativo del personal estatutario y funcionario» cuando entre en vigor el nuevo mapa sanitario, «garantizando los derechos de los profesionales en todo el territorio y en todos los centros sanitarios adscritos al Sespa». Por último, Salud propone la regulación de los llamados puestos de difícil cobertura: «La orografía de nuestro territorio, unida a la concentración de población en la zona central, incide significativamente en este problema, con plazas que no se cubren por su ubicación, especial aislamiento, accesibilidad y dispersión geográfica».

En el ámbito de la Atención Primaria, sobre todo en las especialidades de Medicina de Familia y Pediatría, el Sespa reconoce «dificultades» en las áreas sanitarias I (Jarrio), II (Cangas del Narcea) y VI (Arriondas). Estas tres circunscripciones tampoco consiguen completar la plantilla de sus hospitales. «Hay que regular y establecer un procedimiento que contribuya a la provisión de las plazas de difícil cobertura», recoge el documento presentado por el Sespa, que pretende atraer y retener profesionales «reconociendo una puntuación adicional en los baremos de las bolsas de empleo o de movilidad voluntaria; con acceso preferente a actividades formativas y con flexibilización del horario de trabajo». Tras la Semana Santa, el Sespa y los sindicatos retomarán las conversaciones.