La nueva planta tiene un coste anual de hasta 25 millones de euros; una parte llegará al recibo

Este año hay un impuesto que penaliza con 40 euros cada tonelada que se tira al vertedero sin tratar. De llegar la misma cantidad, suponen 13,9 millones que empiezan a encarecer el sistema.

Cogersa acaba de confiar a Tragsa la explotación de la nueva planta de basura bruta por nueve millones en su primer año. El dinero cubre la plantilla y las materias primas, salvo la electricidad y las amortizaciones. A ese esfuerzo, Cogersa suma ahora una licitación en la que se ofrece a pagar hasta 16 millones a quien se lleve el combustible que producirá la instalación.

Es decir, en su primer año, la nueva planta incrementa en hasta 25 millones el coste de tratamiento. Es de esperar que el esfuerzo mengue en lo sucesivo, pero también que parte de esa carga sea repercutida primero a los ayuntamientos, luego a los ciudadanos. Hace un año la gerente de Cogersa, Paz Orviz, avisó: «Quizás un reto que hay que ver de cara al próximo plan es si debemos construir una instalación finalista en Asturias que aproveche el CSR». Ahora el sistema «es previsible que nos salga más caro que si tuviéramos aquí una instalación finalista».