«La nueva Formación Profesional será un cambio radical y no un simple barniz»

Son los objetivos de este anteproyecto cuyo trámite parlamentario debería iniciarse después del verano para que la norma vea la luz en diciembre.

Celaá señaló que la nueva formación será acumulable, flexible, capitalizable y acreditable. «Vamos a internacionalizarla con la incorporación de al menos una lengua extranjera, con títulos dobles entre la FP española y la FP extranjera», avanzó.

Además, toda la oferta en los ciclos de los grados C, D y E tendrá carácter dual y en dos intensidades: una general, que incrementará el número tradicional de horas en las empresas hasta llegar a un 25 o un 35% en la duración total de la formación en la empresa; y otra avanzada, en las que el incremento será hasta el 35 o el 50%. Finalmente, la norma tratará de agilizar el sistema de acreditación de competencias profesionales adquiridas durante la experiencia laboral y buscará estrechar la relación de la FP con la universidad y viceversa.

La tramitación de la nueva ley coincide en Asturias con el impulso que el Gobierno trata de dar a una formación que para el próximo curso ofrece 9.000 plazas y 93 ciclos, tres más que este año. La realidad es que, año tras año, crece el interés por la FP en la región. Según las últimas estadísticas oficiales del ministerio, el año pasado cursaron FP (Básica, de Grado Medio y Superior) un total de 17.617 estudiantes. El curso anterior habían sido 16.882.