Noviembre con fiesta, pero sin puente

Una frase que repite su compañera de sector, Ana Soberón, la presidenta de la Asociación Regional de Casas de Aldea (ARCA), y que respalda el gerente del mayor camping de Asturias, el municipal de Deva. «Prácticamente no se nota nada este festivo», lamenta Tony Amieva. Desde Otea, el vicepresidente Javier Martínez sentencia: «No hay buenas perspectivas».

Porque el arranque de noviembre no servirá para engordar la estadística de récord que acumula el sector turístico desde enero. La publicación anteayer del balance de septiembre que realiza el Instituto Nacional de Estadística (INE) dejó claro que en solo nueve meses Asturias roza ya los dos millones de turistas (hoteles, campings y casas rurales alojaron 1.926.152 personas) y los cinco millones de reservas.

Pero el festivo en miércoles «hace más daño que beneficio», lamenta la hotelera gijonesa Beatriz Cimadevilla. Porque no sirve para ampliar las estancias y, por lo visto tanto en el anterior fin de semana como en el próximo, tampoco genera visitas extra. El próximo será uno de los fines de semana con menor ocupación de los últimos meses.

Las patronales turísticas asturianas se posicionaron junto a sus homólogas del resto del país en el debate de que los festivos se celebren en lunes para garantizar las escapadas. Ahora, el sector está pendiente de la respuesta de los madrileños a su propio puente, el que genera la celebración de la Virgen de la Almudena el 9 de noviembre.

No obstante, las cifras de récord no sirven para tranquilizar a un sector que tiene más oferta que las comunidades de igual tamaño o competidoras, como ocurre con las de la cornisa cantábrica. En esa línea, Ana Soberón expresó su preocupación porque, pese al éxito que, según el INE, el turismo rural asturiano tuvo en septiembre, con más de 100.000 reservas, ella señala «la baja ocupación. Tenemos menos tasa que el resto de comunidades de la España Verde»; en referencia a Galicia, Cantabria y País Vasco.

Como Soberón, el resto de portavoces empresariales advierten de la necesidad de «desestacionalizar». Si no, se apuntan ya cierres temporales en invierno.