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Los niños saharauis, en el autobús que les trae de Madrid hasta Asturias. E. C.
Salka necesitaba un abrazo
Vacaciones en Paz

Salka necesitaba un abrazo

Asturias recibe este viernes a los menores que pasarán aquí sus Vacaciones en Paz

Olga Esteban

Gijón

Viernes, 5 de julio 2024, 14:13

Están agotados. Han viajado toda la noche para llegar desde los campamentos de Tindouf, en Argelia, hasta Madrid. Y ahora hacen el camino hasta Asturias, donde llegarán esta tarde. Cansancio y nervios son mala combinación para cualquiera, y más para pequeños que tienen entre 8 y 10 años, que no se manejan del todo bien con nuestro idioma y que se disponen a pasar dos meses en un lugar muy distinto a sus hogares.

Quizás por todo ello lloraba la pequeña Salka esta mañana. A sus diez años, ha necesitado el abrazo y los mimos de Belén Cueva, una de las portavoces de la organización que hace posible todo esto, Vacaciones en Paz, y con tres décadas de experiencia como madre de acogida. Una experiencia que le permite contar por teléfono cómo va el viaje mientras abraza en su cuello a la niña, que ha dejado ya de llorar e incluso ha regalado algún beso a Belén.

El grupo de este año lo conforman 86 menores (46 niñas y 40 niños) saharauis. Aún no se han alcanzado las cifras de participantes de los años previos a la pandemia, pero la organización prefiere «ir poco a poco». Por eso, el viaje hasta Madrid es compartido con otras comunidades. En esta ocasión, con los grupos de Baleares y Madrid. Han llegado a Barajas poco después de las siete de la mañana, pero aún han tardado varias horas en poder montar en el autobús que les dejará esta tarde en Noreña, donde se realizará esta vez la entrega a las familias.

Además de los abrazos, la predisposición del conductor del bus también ha facilitado las cosas, explica Belén. «Les está poniendo dibujos y películas». Cualquier cosa para hacer más ameno un trayecto que la mayoría ya conoce de años anteriores. Porque en el grupo tan solo hay «unos cinco niños nuevos», en su mayoría hermanos de otros veteranos, que la propia organización ha reclamado. Para ellos, los que más problemas tienen con el idioma, son los otros niños los que hacen de intérpretes.

También la mayoría de las familias de acogida son 'repetidoras', aunque nunca faltan las que se animan por primera vez, en respuesta al llamamiento que Vacaciones en Paz hace todos los años. Esta vez hay 20 familias que se estrenan en una experiencia que, dicen los más veteranos como Belén, te cambia la vida.

Por delante, dos meses que sin duda estarán llenos de aventuras y experiencias. Porque los 86 menores estarán en Asturias hasta el próximo 5 de septiembre. Desde Tapia de Casariego hasta Colombres, los niños saharauis convivirán con familias que les permitirán disfrutar un verano a temperaturas que no superen los 50 grados, mantener una alimentación equilibrada, pasar revisiones médicas y conocer personas y lugares muy distintos al desierto que es su hogar.

Todo ello puede con los nervios, el cansancio y el miedo. La mayoría caerá rendido esta tarde, cuando por fin se suban al coche que, ya sí, les llevará al que será su hogar hasta septiembre. Y los abrazos de Belén y el resto de familias de acogida suplirán las carencias del lenguaje. Hay otro lenguaje universal.

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