Los negocios de Cascos dinamitan cualquier acercamiento preelectoral entre PP y Foro

Pese al revuelo inicial, Génova avaló aquella comida en un conocido restaurante de Castropol dentro del proceso de reunificación del centroderecha e, incluso, el vicesecretario nacional de Organización, Miguel Tellado, se refirió a Cascos como un referente histórico del partido y advirtió de que «había más Foro fuera que dentro de Foro». Aquellas palabras molestaron y mucho a la formación que ahora dirige Carmen Moriyón. Foro advirtió entonces de que no colaboraría con un PP dispuesto a abrir, de forma directa o indirecta, las puertas a Cascos, a quien esta formación sentará en el banquillo previsiblemente este año acusado de un presunto delito de apropiación indebida.

La situación ahora no ha hecho más que empeorar. Las informaciones en relación a los negocios llevados a cabo por Álvarez-Cascos a través de las sociedades vinculadas a su entonces esposa, como el alquiler de locales y la venta de arte a empresas adjudicatarias de contratos públicos durante su etapa como ministro, han desatado una fuerte polémica en torno a su figura. Han sido muchos los partidos que no solo han cargado contra el exministro, al entender reprobables éticamente algunos de sus negocios, sino que han instado al PP a condenar públicamente sus actos. Los populares, por su parte, han eludido manifestarse sobre lo que entienden «actividades privadas» llevadas a cabo por su exsecretario general, argumentando además que ya no es afiliado al PP.

Las declaraciones en esa línea del candidato del PP, Diego Canga, no han convencido a Foro, que da por dinamitada cualquier posibilidad de acuerdo preelectoral con el PP. Según pudo saber este diario, dirigentes de Foro y del PP habían iniciado contactos con vistas a que el candidato popular pudiera reunirse con la dirección de Foro, pero las manifestaciones públicas de Canga en las que no condenó de forma enérgica las actividades empresariales de Cascos y, según interpretación de los dirigentes de Foro, se equiparó su formación a la de Suma Principado, echaron por tierra cualquier posibilidad de acercamiento. De nada sirvió que, apenas un día después, Diego Canga matizara sus palabras y, de alguna manera, estableciera diferencias claras entre el peso que en una hipotética negociación de reunificación del centroderecha debería tener Foro, un partido «con historia y con representación parlamentaria», y la formación Suma Principado. Foro tiene clara su postura y será, sin duda, su argumento para justificar su cuota de responsabilidad a la hora de impedir una reunificación del centroderecha, que a priori parece imprescindible para poder acabar con la hegemonía de la izquierda en Asturias.