La treintena de saharauis participantes en el programa Vacaciones en Paz. ALBERTO SÁNCHEZ
Solidaridad

«Necesitamos 130 familias más para acoger a niños saharauis en el verano»

La Asociación Asturiana de Solidaridad con el Pueblo Saharui despidió a los treinta participantes del veterano programa Vacaciones en Paz

CHELO TUYA

GIJÓN.

Lunes, 5 de septiembre 2022, 01:55

Hay tantas sonrisas como lágrimas en el local que la Asociación de Amigos del Pueblo Saharaui tiene en Gijón, lleno ayer de adultos, niños, banderas que unen Asturias con el Sáhara y un autobús a la entrada en el que van cargando maletas y más ... maletas.

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Los mayores logran disimular la emoción, porque saben que los pequeños retornan a sus casas y quieren, sobre todo, su felicidad. Pero los pequeños ni saben (ni quieren) disimular que están tan contentos ante la idea de volver a ver en unas horas a sus familias biológicas como tristes por dejar a las otras, a las asturianas que han conocido este verano y que ya nunca olvidarán.

«La gente nos dice '¡Vaya suerte que tienen estos niños!' y yo siempre les contesto que no, que la suerte la tenemos nosotros». Belén Cueva ya ha pasado 29 veces por la situación de ayer: despedir a la que ha sido su hija de acogida durante el verano. En este caso, Chirifa, la pequeña de ocho años que forma parte del grupo de treinta niños y niñas saharauis que han pasado el verano en Asturias dentro del programa Vacaciones en Paz.

Es Cueva una de las coordinadoras de dicho programa, creado en 1979 y en el que colaboran la Delegación Saharaui en Asturias y el Ministerio de Juventud y Deporte de la República Árabe Saharaui Democrática. Esta edición ha sido la más corta en participantes «porque por la pandemia no pudimos organizarlo hasta última hora». Para la siguiente, Belén Cueva avisa «necesitamos 130 familias para acoger a niños saharauis».

El requisito principal para convertirse en familia acogedora, junto a un informe favorable de los servicios sociales, es «tener tiempo para dedicarles». La idea es que los pequeños, que viven en los campamentos de Tinduf, además de conocer a otra realidad y cultura, se alejen de los 50 grados del desierto en verano y reciban atención sanitaria.

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De hecho, tres de los pequeños que veranearon en Asturias no partieron ayer. «Por motivos de salud, se quedan». Los demás, quieren volver el próximo estío.

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