Secciones
Servicios
Destacamos
A finales de 2021, la gijonesa Miriam García Capín se embarcó en lo que va a ser su tesis doctoral: el estudio cognitivo de las pinturas rupestres de algunas cuevas de Asturias y Cantabria. A la tesis aún le falta un año ... de recorrido, pero los primeros resultados de la investigación ya están aquí y han sido publicados. Porque abren la puerta a la posibilidad de que fueran los neandertales, y no el hombre moderno, los autores de aquellas pinturas. «Lo que concluyo no es que los neandertales hayan pintado las cuevas con toda seguridad, sino que no existen argumentos para rechazar que lo hayan hecho».
La investigadora de la UNED, que además es la primera de la Universidad a Distancia que ha conseguido una beca predoctoral Severo Ochoa para llevar a cabo su estudio en Asturias, ha concluido que los neandertales mostraban un comportamiento lo suficientemente complejo y curioso como para crear y comprender las pinturas rupestres, además de tener sensibilidad hacia el color rojo y contar con emociones primarias como el miedo y la curiosidad. Sus hallazgos suponen un paso más en la hipótesis de que dicha especie fue la autora, algo que la comunidad científica sigue debatiendo. Según los registros fósiles, defiende García, las capacidades cognitivas implicadas en esa actividad estaban al alcance de los neandertales.
Esta importante aportación al ámbito de la arqueología cognitiva (que analiza los procesos mentales que subyacen al comportamiento de los grupos humanos y utiliza los conceptos de disciplinas de la Psicología) ha sido publicada en la revista 'Journal of Archaeological Science: Reports'.
Tener la capacidad de hacerlo no equivale a haberlo hecho, explica la investigadora, aunque sí hay evidencias de que los neandertales exploraban las profundidades de las cuevas y utilizaban pigmento rojo como colorante, «por lo que es posible que hayan podido realizar pinturas rupestres».
Miriam García Capín ha centrado su estudio en la Cornisa Cantábrica, en concreto en las cuevas de La Peña de Candamo, Tito Bustillo y Llonín, en Asturias, y El Castillo, La Pasiega y La Garma, en Cantabria. En todas ellas la fase más antigua es muy similar, compuesta de representaciones muy simples que tienen en común dos características básicas: son de color rojo y no son figurativas, sino signos simples como puntos, discos, líneas, manchas y manos.
¿Qué hace falta para que la hipótesis se convierta en hecho, para demostrar que fueron los neandertales quienes pintaron las cuevas?» Confiesa la investigadora que ella se hace la misma pregunta. El problema, dice, es que las pinturas «no están contextualizadas», al contrario de lo que ocurre cuando se encuentra una herramienta, por ejemplo, por lo que es más complicado datar su fecha, aunque hay estudios que sitúan determinadas pinturas hace más de 60.000 años, mientras que los humanos modernos llegaron a la región cantábrica hace 40.000 años (aunque las fechas de su llegada a Europa también están siendo debatidas, recuerda Miriam García). La investigadora cree que hacen falta métodos de datación más sofisticados para dar con una respuesta que haga cambiar definitivamente la teoría. Y así, cuando creemos que ya sabemos casi todo de nuestra historia, la realidad es que «no sabemos nada».
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
A la venta los vuelos de Santander a Ibiza, que aumentan este verano
El Diario Montañés
Estos son los mejores colegios de Valladolid
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.