La mujer del empresario José Luis Vigil recibe el alta hospitalaria

Magullada y, sobre todo, cansada, pero ya en casa, la socia de Joluvi espera ahora que la pueda acompañar su marido, que continúa aún ingresado en el San Agustín con politraumatismos, varios huesos rotos y sometido a múltiples curas.

Fueron las dos principales víctimas del kamikaze, las que sufrieron el primer y más fuerte impacto del vehículo, que chocó frontalmente contra ellos a doscientos kilómetros por hora mientras ellos circulaban a unos noventa, según relata el propio Vigil.

Piñera pudo salir del vehículo por sus propios medios y alertó telefónicamente a los servicios de emergencias de lo que había ocurrido. Su marido, en cambio, tuvo que ser excarcelado.

José Luis Vigil reconoció este miércoles que fue «un susto terrible porque de repente se rompieron todos los cristales, incluso el del techo, que se nos cayó encima, y saltaron los seis airbags del coche». Según relató desde el hospital, «hacía varios kilómetros que no llevábamos a nadie delante y al ocurrir justo en la intersección con la incorporación de Gijón, yo iba más pendiente de mirar que no se metiese un coche por el lateral que de mirar al frente».

El empresario avilesino mostró su agradecimiento por las distintas muestras de cariño recibidas en las últimas horas, incluso de la «selección nacional de hockey sobre patines, cuyo equipo femenino se acaba de proclamar campeón del mundo el mismo día del accidente», señaló.