Muhammad Mansoor en el Calatrava de Oviedo. MARIO ROJAS
Muhammad Mansoor, médico

«Los trasplantes de animal a humano ya son seguros, pero hay que seguir investigando»

El médico paquistaní Muhammad Mansoor justifica la muerte del primer paciente que recibió un órgano procedente de un animal en que «sufría otras complicaciones»

Viernes, 17 de junio 2022

«Nos dan tantas opciones que no nos las podemos ni imaginar». Con esta pasión, el cirujano paquistaní Muhammad Mansoor, cuyo equipo logró el primer trasplante de un corazón de cerdo a un humano, defendió los xenotrasplantes en una ponencia titulada 'Asistencia ventricular y trasplante ... cardiaco' que se enmarca dentro de las jornadas que hoy concluyen en la vigesimosexta edición del congreso 'Sociedad Española de Cirujía Cardiovascular y Endovascular» que se celebra en el Palacio de Congresos y Exposiciones de Oviedo.

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David Bennett falleció el pasado marzo a los 57 años. Dos meses antes, se había convertido en el primer hombre que vivía con un corazón de cerdo tras firmar un documento en el que asumía la responsabilidad de cualquier situación adversa que pudiera sufrir, ya que se trataba de un experimento sobre el que había muchas incógnitas y pocas garantías. «Desde entonces, hemos realizado grandes avances. Podemos afirmar, sin temor, que los xenotrasplantes ya son seguros, pero tenemos que seguir investigando», señala Muhammad Mansoor.

Al tratarse de un paciente terminal, Bennett no se lo pensó. Si se producía un milagro, podría seguir viviendo. Si este no se daba, fallecería, pero, al menos, habría sido útil a la ciencia y clave para poder salvar otras vidas en el futuro. De hecho, Bartley Griffith, quien realizó el trasplante, lo definió como «un paciente valiente y noble que luchó hasta el final con un claro espíritu solidario».

El trágico final sembró dudas sobre los xenotrasplantes. Es posible que se haya producido el desenlace más probable por aquel entonces, pero la desconfianza aumentó y la certeza de que quedaba mucho por hacer se arraigó. «Con este tipo de investigaciones hay que ser muy cautos. También debemos ser muy precavidos a la hora de extraer conclusiones. Su fallecimiento no se debe a que el xenotrasplante no fuera eficaz. Nosotros lo encontramos en un estado de debilidad absoluto, en el que cualquier adversidad era irreversible», justifica Muhammad Mansoor.

Avanzar en esta materia, será fundamental para aliviar las listas de espera. Aunque no se descarta ningún escenario, en principio, el objetivo de los xenotrasplantes no sería el de realizar una sustitución definitiva sino, que esta fuera eficaz el tiempo suficiente para que el paciente encontrara un donante humano. «Su aplicación sirve para sobrevivir más tiempo, mientras se sigue en lista de espera. No quiero que nadie entienda que se trata de un parche porque esa palabra tiene connotación negativa. Poder estirar la vida de una persona es algo muy importante y, ojo, porque esto es solo el principio», afirma el paquistaní.

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A medida que se avance en la investigación, habrá que plantearse qué encaje tienen los trasplantes de animales a humanos en la sanidad pública. Por ahora, Muhammad Mansoor se mostró prudente al entender que es algo que no le compete, «pero sostengo que si es algo de lo que depende la vida de muchas personas, cuanto más gente pueda acceder más positivo será para la sociedad en su conjunto».

En el congreso participaron durante estos tres días más de 400 personas. Jacobo Silva, jefe de Cardiología del HUCA, resaltó la importancia de reunir «a las mentes más brillantes de los distintos puntos del planeta porque nos permite comparar ideas y avanzar más rápido».

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