«Solo queremos justicia», clama la familia del gijonés

El cuerpo del fallecido llegó a las 12 de la mañana procedente del Instituto Anatómico Forense de Cantabria. No hay consuelo para la familia que pide «justicia» y que los detenidos, que han pasado hoy a disposición judicial, «paguen por lo que han hecho».

Dolor, consternación, rabia. Gijón y Villaviciosa lloran desde ayer la pérdida de Javier Solares, quien falleció en Potes (Cantabria) la madrugada del sábado tras recibir el puñetazo de un joven, caer contra el suelo y darse un golpe en la nuca. El suceso tuvo lugar a las 01.30 horas del domingo en una zona de bares y ocio del pueblo, concretamente en el área próxima al restaurante El Cantón.

Solares, de 46 años, estaba de visita con su pareja en Liébana, ya que tienen a varios familiares y amigos trabajando en la comarca lebaniega. Habían salido por la noche a cenar por Potes y tuvieron un rifirrafe con tres jóvenes del municipio de Vega de Liébana. Aunque quedan por esclarecer los hechos, los testigos apuntan a que, cuando la pareja decidió abandonar el lugar donde se había producido una discusión, Solares -nacido en Gijón y residente en el concejo de Villaviciosa- recibió un golpe que le tiró al suelo y se dio un fuerte golpe en la nuca. Pasadas las 1.30 horas se dio aviso del suceso y hasta el lugar se trasladaron sanitarios del 061 que, sin éxito, intentaron reanimarle durante casi una hora.

La Guardia Civil ya ha detenido a dos jóvenes, de 18 y 19 años, que se encuentran a la espera de pasar hoy disposición judicial. La Benemérita sigue investigando lo ocurrido y está visualizando las cámaras de la zona para averiguar qué motivó la pelea, aunque varios testigos apuntan que fue una discusión sin importancia con un trágico desenlace. La pareja del fallecido, Caterina Solares, prestó declaración ayer. La joven es prima de Adrián Gancedo, apuñalado en 2017 a la salida de un bar de Villaviciosa.

El alcalde de Potes, Javier Gómez, confirmó que los hechos ocurrieron frente al restaurante Cantón, en una zona céntrica del municipio. Allí, según dijo, fue donde se produjo una riña entre varias personas que tuvo un «trágico final», el fallecimiento de Solares. El accidente ha dejado al pueblo «muy consternado». «Los dos chavales detenidos son de aquí, son de Liébana, de familias muy queridas, apenas mayores de edad y que no se les conoce mayores problemas. Esto supone un gran dolor para todos, sobre todo, para la familia del fallecido. Muchísima pena y pésame para ellos», relató el regidor.

La noticia cayó como un jarro de agua fría entre los vecinos de Potes, acostumbrados a la tranquilidad típica del municipio lebaniego. «Todo el pueblo está hablando del tema. Yo me he enterado a las diez de la mañana por unos chicos, pero ya me han contado varias versiones. La verdad es que es una pena enorme», contaba ayer la quiosquera de una calle concurrida de la villa. El trabajador de un establecimiento cercano al lugar del accidente apuntó que se trató «de un mal golpe». «Le dio un puñetazo, cayó hacia atrás donde hay cierto desnivel y se desnucó», explicó el joven, al que le pidieron hielo momentos después de la caída.

«A ciencia cierta no sabe nadie qué ha pasado», dijo Carlos, otro joven que estaba en ese momento tomando algo en una terraza cercana al lugar de los hechos. «No ha sido una pelea. El joven que dio el puñetazo es un chaval de 18 años, pero parece un crío porque pesará unos 50 kilos. Como un ciclista. Y el hombre que se llevó el golpe era más mayor, sobre los 40, y pesaría 100 kilos. Por eso te digo que no ha sido una pelea. Se enzarzaron un poco, le dio un golpe y cayó con tan mala suerte para atrás», indicó. Lo que Carlos sí resalto fue la rápida actuación de la ambulancia y la policía. «Llegaron en dos minutos. Fue todo rapidísimo y el médico estuvo más de una hora intentando reanimarle». El propietario del restaurante El Cantón, frente al que se produjo el fatídico suceso, cuenta que su local ya estaba cerrado y que le avisaron sobre las dos de la madrugada de lo ocurrido. «Cuando llegué ya estaban intentando reanimarle y los guardias dispersando la zona», apuntó. Como no estuvo en el momento del altercado, no conoce el motivo de la pelea pero «parece que ha sido un rifirrafe que ha acabado con un mal golpe». «Yo conozco al chico que ha dado el golpe y es un buen chaval, un crío. Esto ha sido un accidente con mucha mala suerte».

«Es incomprensible»

En Villaviciosa, los vecinos amanecieron ayer con la noticia del trágico suceso. Solares era muy querido en el municipio maliayo. Formó parte durante años de la Banda de Gaitas Villaviciosa-El Gaitero y era miembro de la junta directiva de la asociación vecinal de Lugás, donde residía. «Es incomprensible que haya podido morir de una manera tan tonta y absurda», señaló ayer el presidente de la entidad, Marcos Vega. Sus amigos no podían creerse las circunstancias que habían llevado a su pérdida. «Te parece tan increíble», reconocieron.

El alcalde, Alejandro Vega, no dudo en condenar los hechos y espera que, tras la correspondiente investigación, «puedan ser castigados los culpables conforme a las leyes». La familia confía en que su cuerpo pueda ser trasladado durante la mañana de hoy a Villaviciosa. Hoy, a las ocho de la tarde, en la plaza del Ayuntamiento la Banda Gaitas Villaviciosa-El Gaitero ha convocado una concentración de repulsa a las muertes violentas a la que insta a acudir a todos los músicos de Asturias.