El mirador de la Princesa, con vistas al lago y a la vega del Enol, luce vacío de turistas. FOTOS: XUAN CUETO

El mirador de la Princesa, desierto

«En todo el verano habrán preguntado tres personas por él», cuentan los informadores del Parque Nacional | Un año después de su construcción, el balcón es un desconocido para los turistas

GLORIA POMARADA

COVADONGA.

Domingo, 1 de septiembre 2019, 03:10

Fue construido en tiempo récord y entre críticas de sectores como el ganadero, acostumbrado a sufrir las restricciones del Parque Nacional. El 8 de septiembre pasado, la Familia Real ascendía a su cima, con vistas sobre el lago y la vega del Enol ... , lanzándolo al estrellato. Sin embargo, el éxito fue tan rápido como efímero. Un año después de haberse habilitado coincidiendo con el triple centenario de Picos, en el Mirador de la Princesa escasean los turistas, la mayoría de ellos desconocedores incluso de su existencia. «No lo sabíamos, es la primera vez que venimos y unos amigos nos dijeron que éste estaba bastante bien», cuentan desde el mirador de Entrelagos, con vistas al Enol y al Ercina, los Vico, llegados desde Castellón. «No teníamos ni idea de que existía ese mirador; ya había venido antes y sabía de éste, que está súper guay», indica Arrate Pino desde el mismo balcón de Entrelagos, rodeada de su grupo de amigos de Vitoria.

Publicidad

Su situación en el colláu Les Veleres, sin espacio de aparcamiento y con un acceso que no permite eludir la carretera, no contribuye a aumentar la afluencia. Aquellos que se deciden a visitarlo deben recorrer parte del camino por el margen de la CO-4, ya que no existe senda específica hasta tomar su punto de partida. Para llegar a lo alto, el turista debe remontar un empinado camino. «Hemos subido porque nos equivocamos, pensábamos que por aquí se llegaba al aparcamiento», explican los barceloneses Marta Casado y Cristian Ansia, una vez iniciado el descenso. «No está bien señalizado y la subida, a pesar de que es corta, es intensa. No obstante, las vistas están bien y es recomendable», reconocen.

A lo largo del verano, cuentan quienes se encargan de ofrecer información turística en el Parque Nacional, «habrán preguntado tres personas por el mirador». Se da, además, la circunstancia de que el balcón sobre el Enol no está incluido en las rutas, y los informadores temen recomendarlo dado el peligro que puede suponer caminar por la misma vía que recorren buses y vehículos autorizados.

Actos vandálicos

La construcción del mirador, el sexto del entorno de los Lagos de Covadonga -también existen el del Príncipe, el Rey, la Reina, Entrelagos y Los Canónigos-, arrancó a finales de julio de 2018 envuelto en la polémica. La presencia de materiales de obra en el monte, de utilidad pública, hizo saltar las alarmas a los ganaderos, que desde años atrás vienen reclamando intervenciones aún pendientes. La autorización para ejecutar los trabajos, a cargo del propio organismo autónomo del Parque Nacional, pasaron ese mismo 31 de julio por el Pleno de Cangas de Onís, que respaldó mayoritariamente la intervención, con la única abstención de Cangues Puede. Sin embargo, en la sesión plenaria, todos los grupos coincidieron en que la obra no era la más urgente dentro del espacio protegido.

Tras su inauguración por la Princesa Leonor, la instalación fue objeto de artículos en publicaciones de viajes, tanto de dentro como de fuera del país. Durante el puente del Pilar volvería a ser protagonista, esta vez por un motivo bien distinto: unos vándalos pintaron consignas antimonárquicas sobre la roca y arrancaron el panel informativo, por lo que tuvo que ser reparado. En diciembre, un nuevo impulso llegaba al balcón sobre el Enol, al elegir la Familia Real la foto tomada el día de la Santina como felicitación navideña. Sin embargo, los visitantes del enclave con más turistas de Picos no acaban de decidirse por repetir el 'christmas'.

Publicidad

Este contenido es exclusivo para suscriptores

3 meses por solo 1€/mes

Publicidad