Un minuto de silencio en la mar y banderas a media asta por el patrón del 'Bramadoria'

Fue también uno de los primeros en inquietarse en la mañana del jueves por el retraso de Ardines, siempre puntual. Pasada la hora convenida, indicaban los pescadores, su compañero comenzó a llamarle por teléfono. Nadie respondió. Ardines yacía tendido junto a su coche, a escasos metros de la vivienda en la que residía en Belmonte de Pría.

Todavía conmocionados por una muerte a la que no encuentran explicación, desde la Cofradía de Pescadores de Santa Ana explicaban ayer que está prevista una reunión para concretar el acto de despedida con el que homenajearan al concejal llanisco. De momento, explicó el patrón mayor Ángel Batalla, tienen la intención de guardar un minuto de silencio este lunes en la rula. Hasta esa jornada permanecerán a media asta las banderas.

Ardines estaba considerado en la cofradía como un buen pescador que mantenía una relación cordial con sus compañeros. «Se llevaba bien con todo el mundo y no se metía con nadie, andaba a lo suyo», apuntan. Tras cursar estudios de técnico agrícola y de invernaderos, había emprendido su andadura en el sector pesquero hace dieciocho años. Los integrantes de su partido le definen como un «enamorado de la mar», en la que volcaba tanta dedicación como en la política.