El ministerio subirá al 50% su aportación al coste de la dependencia, que supera los 350 millones

La mitad de esa cifra deberá aportarla el Estado. En realidad, debería haberlo hecho siempre, ya que la Ley de la Dependencia especifica que las administraciones regionales y central se reparten, al 50%, el coste de crear el Sistema de Atención y Ayuda a la Dependencia (SAAD). Sin embargo, la cojera económica que sufrió desde su nacimiento, en 2007, la Ley de la Dependencia, unida a los recortes aplicados por los gobiernos del PP, se tradujeron en que, como mucho, el Estado haya aportado un 26% del coste total, como hizo en 2022. Cuatro años antes, previo a los planes de choque, desde Madrid solo llegó el 14% del coste total de la dependencia. Hubo ejercicios en los que el copago de los usuarios era superior a las partidas que llegaban de los Presupuestos Generales del Estado.

Hasta hoy. El ministro de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030, Pablo Bustinduy, confirmó lo ya pactado entre PSOE y Sumar en el acuerdo de Gobierno: «Que al final de la legislatura la Administración General del Estado contribuya con un 50% a la financiación del sistema de dependencia». Es decir, pasar de 98 millones que aporta ahora a más de 172.

Así se acordó en la reunión bilateral que Bustindoy y todo su equipo mantuvo ayer con la Consejería de Derechos Sociales y Bienestar. Tras el encuentro, el ministro adelantó ese incremento de hasta el 50% en la financiación, lo que, explicó, «significa duplicar la contribución» actual, que no llega al 25% del coste real. Según sus palabras, «no se trata solo de cantidad de financiación, sino de que vaya dedicada al cambio del modelo de cuidados».

Un cambio en el que, reconoció, Asturias ha sido pionera. Y no solo puso al Principado como ejemplo en ese cambio en la atención a las personas con dependencia o mayores, un modelo centrado en la persona, sino que también lo hizo en cuanto a la inversión en dependencia.

Lo dice porque, como recordó, con el plan de choque de la pasada legislatura «la contribución estatal aumentó un 150». Un incremento que hizo que «haya habido comunidades que utilizaran ese aumento histórico en detrimento de sus aportaciones». Es decir, que, como ya criticó el Observatorio de la Dependencia, «hicieron caja con la ley», al utilizar estos aumentos del pago estatal para recortar su propia aportación. «No fue el caso de Asturias», sentenció el ministro, quien añadió que el Principado «ha sido ejemplar en mejorar la financiación de la dependencia».

Una financiación al alza que siempre ha defendido el Ejecutivo de Adrián Barbón, hasta llegar al máximo previsto para este año de 352 millones. Melania Álvarez, que siempre ha reclamado mayor aportación estatal, se mostró ayer convencida de que «ese compromiso para alcanzar ese 50% de aportación se va a cumplir, como se cumplió en los últimos cuatro años. No tengo ninguna duda de que el Gobierno de España va a avanzar en el sistema de dependencia».

Recordó ella que Asturias no fue sólo pionera en tener su propio plan de choque, sino que fue la primera comunidad en poner en marcha el nuevo modelo de cuidados. «No tengo ninguna duda de que también ocupa al Gobierno de España», como, por ejemplo, «la situación de las auxiliares de ayuda a domicilio, pretendemos que el salto sea cualitativo en cuanto a la mejora de las condiciones laborales».

Por su parte, el ministro insistió en que «la política social de Asturias será ejemplo para el resto del país» y dejó claro que «con este esfuerzo histórico, inédito, que va a llevar a, en un periodo de siete años, multiplicar por cinco el compromiso financiero del Gobierno central con la dependencia, pueda por fin actualizar nuestro sistema».

Un sistema que estará marcado por el nuevo modelo de cuidados, «que las personas puedan gozar de una mejor calidad de vida», insistió el ministro, a la vez que en su idea de que «Asturias va a jugar un papel importantísimo para liderar el cambio del modelo de cuidados». Para Bustindoy, «invertir en derechos sociales es la mejor manera de defender la democracia».