Mil agentes velarán por la seguridad en el Sella y el Xiringüelu, que se blindan contra las agresiones

Para hacer frente a la amenaza de la sumisión química y evitar todo tipo de agresiones sexuales, los organizadores reforzarán este año sus planes de autoprotección. Así, en el Xiringüelu se desplegará el mayor dispositivo de seguridad de la historia de la romería que se celebra en el prau Salcéu. Más de 360 profesionales de distintos ámbitos velarán por la seguridad colectiva de todos aquellos que asistan a la fiesta con ganas de pasarlo bien.

El alcalde de Pravia, David Álvarez, ha mostrado su inquietud ante los recientes ataques a mujeres en fiestas. No obstante, confía en que los efectivos desplegados sean suficientes. «Hemos preferido no escatimar en medios, especialmente, este año que se espera una fiesta con récord de asistencia», explica el alcalde.

Esta edición del Xiringüelu contará con 250 agentes de la Guardia Civil que trabajarán en primera línea junto a una unidad del equipo VioGen, especializada en la lucha contra la violencia de género. Junto a ellos, garantizarán la seguridad de los romeros, dieciséis efectivos de la Policía Local de Avilés y Pravia, además de diecinueve voluntarios de Protección Civil. También serán contratados treinta vigilantes de seguridad privada y otros treinta auxiliares que estarán oteando todo lo que suceda en el recinto desde las tres torres de vigilancia instaladas. Mientras tanto, otros nueve guardas custodiarán los trenes y la estación de Pravia.

En lo que respecta al despliegue sanitario, el prau Salcéu contará con la presencia de cuatro ambulancias, un puesto de asistencia médica avanzada y un camión con funciones similares donde se dará respuesta inmediata a cualquier posible agresión o pinchazo. Asimismo, los romeros contarán con la asistencia de un médico, un enfermero y un vigilante de seguridad del centro sanitario de Pravia y cuatro médicos, seis enfermeros, y veinte técnicos del servicio de emergencias. Por último, en el agua se desplegarán hasta ocho buceadores pues, señala el alcalde, «el río Nalón es otro foco de accidentes».

Los organizadores de esta fiesta pravian, la Cofradía del Xiringüelu, esperan que el hecho de que la fiesta se celebre durante el día disuada a los posibles agresores. Y es que el recinto estará monitorizado en todo momento por tres torres de vigilancia que facilitarán la identificación, en caso de que fuese necesario, de cualquier sujeto sospechoso. En esta línea preventiva se mejorará la iluminación de aquellos puntos conflictivos y oscuros del recinto.

Además, se harán controles a la entrada, con especial atención a objetos punzantes que pudiesen ser utilizados para sembrar el pánico de los pinchazos. Los cofrades precisan que «si bien no se puede asegurar al 100% que nadie pueda introducir un objeto sospechoso por la cantidad de gente que va a haber», todos los controles estarán preparados para ello.

En cuanto al Descenso Internacional del Sella, que se celebra desde mañana viernes, el evento contará como cada año con un dispositivo especial de seguridad en el que intervendrá la práctica totalidad de áreas de la Guardia Civil. Desde el instituto armado recuerdan que ya existe un refuerzo para la cita piragüera y que «siempre se vigila con especial sensibilidad los delitos de índole sexual».

Si bien hasta el viernes no se presentará el plan de autoprotección como tal, la previsión es que en esta ocasión se mantenga el número de efectivos similar al de la última edición -la de 2019-, que juntó a un total de 611 profesionales. Aquel año, el despliegue por tierra, mar y aire garantizó la seguridad de 250.000 personas, número que esperan rebasar este fin de semana.