Con el metrotrén, el ramal de Navia y el tubo de Langreo son 56 kilómetros sin uso

La variante de Pajares no es una excepción. Asturias tiene más experiencia de la deseable en infraestructuras ferroviarias de alta factura y que están sin uso. Además de los túneles diseñados para el AVE ahí está el del metrotrén de Gijón, el soterramiento de Langreo y el ramal de Ence en Navia. Cuatro plataformas a las que se ha dedicado más de 3.700 millones y que siguen sin aprovechar. Suman 56,13 kilómetros de plataforma expedita a la espera de trenes.

El metrotrén es el veterano de la categoría. En su página web la multinacional Acciona gusta de lucir las obras más importantes que ha ejecutado. Para demostrar la utilidad de su empresa, la mayoría muestran trenes y coches utilizando las infraestructuras. Los 3,54 kilómetros perforados en el subsuelo gijonés desentonan en el portfolio, pues solo enseñan dovelas y galerías vacías. Así es como dejó el tubo en 2006. La minuta alcanzó los 140 millones con las labores de mantenimiento y después vino la nada. El agua se coló al interior del túnel, llenándolo. Solo ahora se ha bombeado. Sigue sin haber vías, pero al menos tampoco inundación.

El soterramiento de Langreo repitió la historia. En 2017, el Principado dijo que llevaba más de 70 millones en este túnel de 1,4 kilómetros y que bastaba. Que poner las vías debía ser cosa del Ministerio de Fomento. Dos años de borradores y proyectos después, el tubo sigue como estaba.

Si el pulso en Langreo es entre dos administraciones, en Navia a los mismos actores hay que sumar a Ence. La parte publica avanzó un ramal de 1,5 kilómetros para uso de la papelera y ésta se desentendió. El Tribunal de Cuentas tiene censurada la operación e insta a las administraciones a reclamar indemnizaciones.