El Principado «buscará formulas» para primar la permanencia de médicos y docentes en la zona rural

Su titular, Lydia Espina, acudía junto con el presidente regional esta mañana a la inauguración oficial del curso en Boal. Allí ha recordado que se ha actualizado el acuerdo de puestos de difícil desempeño con las organizaciones sindicales, incluyendo en él las aulas abiertas (orientadas al alumnos diagnosticados con trastorno del espectro autista) y los centros con aulas modulares (como los IES Rey Pelayo en Cangas de Onís y el IES La Corredoria en Oviedo). Dicho documento ya incluye los Centros de Educación Especial y Centros Rurales Agrupados (CRA). «Cualquier derecho laboral se negociará. Siempre que podamos reforzar el medio rural, lo haremos», ha recalcado.

Barbón ha añadido que igual de importante es estabilizar médicos. En en sentido, ha querido referirse a la ampliación de plazas para Médicos Internos Residentes (MIR) conseguida por la exministra de Sanidad, la socialista María Luisa Carcedo, «tras el recorte que hizo el Gobierno de Rajoy». «Lo que ocurrió es que hay más jubilaciones que médicos que salen, lo que provoca un déficit de personal sanitario». Ahora bien, ha añadido, 'fabricar un nuevo médico lleva su tiempo ' y, siendo una medida adoptada en 2018, «no veremos resultados hasta el año académico 23-24».

Para Barbón, el problema está «en esa formación posterior», limitada hasta entonces. No en las 150 plazas que oferta Medicina en el grado. No detecta carencia en esa formación universitaria, habiendo dicho hace un año el vicepresidente, Juan Cofiño, que «formar a médicos era una cuestión de Estado». La Universidad lo ha estudiado, con la idea de hacer crecer dicha oferta en diez plazas más. Pero, al coste que supone, 300.000 euros (precisaría de fondos), se suman las dificultades para hacer prácticas en los hospitales asturianos. También la Universidad llegó a plantear un título de experto en Enfermería de UCI.