«Decidí aceptar el premio por mí y por mis compañeras»
María Jesús Rodríguez. Medalla de Plata ·
La artista ovetense pensó «hasta en renunciar», pero se retractó. «La mujer está en un segundo plano. Es momento de dar la cara»María Jesús Rodríguez. Medalla de Plata ·
La artista ovetense pensó «hasta en renunciar», pero se retractó. «La mujer está en un segundo plano. Es momento de dar la cara»E. GARCÍA / I. VILLAR
OVIEDO.
Sábado, 7 de septiembre 2019, 02:11
«Para mi fue una sorpresa tremenda». María Jesús Rodríguez (Oviedo, 1959) vio ayer ensalzada una «singular, brillante y reconocida trayectoria creativa que la convierte en referente de las artes plásticas». Una carrera de cuarenta años que aún le da vértigo contemplar cuando echa ... la vista atrás, pero que sigue fluyendo desde su paraíso, Busloñe, un pequeño rincón de Morcín donde continúa volcando talento y fuerza en una obra que «dialoga con su experiencia vital, siempre ligada a la creación desde la curiosidad intelectual».
Publicidad
El premio, admitía, le daba hasta pudor: «No me lo imaginaba». «Y pensé hasta en renunciar porque me agobiaba un poco». Pero cuando esta artista que apuesta de forma constante por la experimentación, por la búsqueda de nuevos lenguajes; que como si representara el paisaje asturiano conjuga el uso de elementos de la naturaleza con materiales industriales para jugar a reconstruir de manera plástica su propia historia reflexionaba sobre el asunto, algo le hizo cambiar de idea. «Cuando pensaba en decir que no me dije 'no'. Lo tengo que hacer por mi y por mis compañeras».
Entonces, María Jesús Rodríguez, quien formó parte del colectivo artístico que marcó un hito en los años 80, el grupo Abra, «uno de los exponentes de la cultura actual y uno de los nombres fundamentales del arte asturiano», con trabajos expuestos en París y Nueva York, con obra pública en Oviedo, Gijón, Avilés y Vegadeo decidió romper una lanza a favor de la visibilidad de la mujer, vencer su propia humildad y subirse al escenario del Auditorio Príncipe Felipe a irradiar en persona esa fuerza que tan bien representan el cartón y la pizarra moldeados por sus manos . «La mujer está en un segundo plano y este es un momento muy bueno para apretar, para aceptar puestos y para dar la cara».
Eso hizo ayer: dar la cara por el arte y por «sus compañeras», mujeres del mundo artístico pero también de otros ámbitos. Serena pero emocionada, parecía dedicar la medalla con su nombre propio a tantas invisibles.
3 meses por solo 1€/mes
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.