Barbón reivindica Asturias como «un refugio para la política útil»

Así, en el «día más importante de nuestra comunidad», Barbón ha querido destacar especialmente el valor de la democracia, que se ve «atacada desde diversos frentes». «La democracia significa aceptar la decisión de las mayorías y el respeto a las minorías. Nada la pervierte más que aquellos que, desde sus posiciones intolerantes, intentan imponer sus ideas a los demás no mediante la convicción, presentándose a las elecciones y ganándose la confianza de la ciudadanía, sino desde la imposición, la crispación y la tensión», ha añadido en un acto que supone también el inicio del nuevo año político, marcado también por las elecciones autonómicas.

El presidente del Principado ha afirmado estar convencido que todos sus antecesores en el cargo han compartido las mismas o similares inquietudes. «No en vano, desde la Transición, e incluso antes, el recorrido de Asturias es un batallar incesante frente a sucesivos embates económicos, con sus exigencias de adaptación y cambio, sin apenas conceder tregua alguna». Pero el suyo ha sido el periodo de la pandemia y si ya en la Feria Internacional de Muestras se reivindicó como «un presidente con alma», esta tarde ha asegurado: «No podría levantarme cada mañana si fuera ajeno a los problemas de quienes no tienen trabajo, apenas llegan a fin de mes, sufren la violencia machista o se ven obligados a continuar viviendo con sus familias porque no reúnen los medios para emanciparse».

Es «evidente», ha reiterado, que «un presidente ha de estar preocupado día a día por el bienestar de su pueblo», pero también ha reconocido empeños propios. El suyo: «La recuperación del orgullo de pertenencia».

Así ha subrayado cómo «uno de los bioquímicos más relevantes del mundo», el científico Carlos López Otín (hoy nombrado Hijo Adoptivo de Asturias), descubridor de prometedoras vías para el tratamiento de enfermedades, siendo aragonés de nacimiento, ha elegido el Principado «para vivir y trabajar». Su distinción, «además de un acto de justicia con quien tanto ha aportado a la Universidad de Oviedo y a toda Asturias» se entiende también como «una prueba de la confianza plena de Asturias en su labor, su dedicación y entrega a la Universidad».

Y el balonmanista Raúl Entrerríos (con cuatro medallas de oro, una de plata y cinco de bronce y símbolo de la selección española) «siempre ha mantenido y expresado con orgullo su vinculación con Asturias» cuando buena parte de su trayectoria deportiva ha transcurrido fuera del Principado.

Ambos simbolizan «el haz y el envés» de un mismo amor por esta tierra: las que la escogen como destino y quienes, obligados a ausentarse, se preocupan de cuidar su anclaje vital con sus orígenes.

Cariñosas palabras ha dirigido también para el resto de galardonados. Siendo la Comunidad de Monjas del Monasterio de San Pelayo la más representativa de la historia monacal del Principado y hogar del mejor archivo medieval con más de 3.500 libros y pergaminos, Barbón ha destacado «la implicación de las Pelayas en la vida cultural ovetense. No es una comunidad ensimismada, sino abierta, permeable al mundo».

De Alfredo Martínez Serrano, embajador de España en Canadá y que fue jefe de Protocolo de la Casa Real durante siete años, ha dicho que «no ha dejado de preocuparse por su tierra natal para alentar la promoción económica, empresarial y turística de Asturias». Ya sea en Canadá o antes en «Arabia Saudí, Bulgaria, El Salvador y Egipto».

Orgullo siente el presidente regional de la Fundación Banco de Alimentos de Asturias, en la que trabajan de forma altruista 350 voluntarios y que este año cumple su vigesimoquinto aniversario. «Ayuda cada año a miles de conciudadanos que sufren dificultades, hasta el punto de haberse convertido en una de las entidades insustituibles en la potente malla de solidaridad que ha tejido la sociedad asturiana».

En Isaura Souza Ordiales, quesera artesanal y cuya empresa es la primera registrada en el Consejo de la Producción Agraria Ecológica, ve Barbón «un ejemplo para muchos emprendedores. Contribuye a generar riqueza y actividad en nuestro medio rural, donde el dinamismo económico es un bien especialmente preciado».