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e. rodríguez
Viernes, 23 de septiembre 2022, 01:07
«Va a ser una experiencia muy importante en nuestras vidas». Lo dice convencida Alba Méndez, de 64 años. Trabaja como administrativa en el HUCA, pero su marido, José Ramón Cabal, zapatero autónomo jubilado, tenía muchas ganas de matricularse en el Programa Universitario para Mayores ( ... PUMUO) de la Universidad de Oviedo y «me arrastró para empezar los dos». En este momento tienen «mucho tiempo libre por las tardes» y quieren «adquirir conocimientos, pues han pasado muchos años desde que aparcamos los libros y nos apatecía empezar otra vez». Para ver qué tal les va, se han matriculado de momento en Historia de España del siglo XIX. Ellos son noveles y dos de los 633 mayores de 50 años que han formalizado la matrícula, que aún sigue abierta. Es una de las más altas de un programa que ha cumplido 21 años. Ayer tuvo lugar la inauguración, con presencia de la vicerrectora de Extensión Universitaria y Proyección Cultural, Pilar García Cuetos, y la directora de área, Dolores Palacios.
Cuetos mostró su satisfacción. «Tenía recelo porque se avecina un duro invierno, con restricciones de calefacción y porque muchos están ayudando a sus familias con sus pensiones». El programa –en cinco cursos y sin exámenes– se desarrolla en Oviedo, Gijón, Avilés, Mieres y Luarca, pero la Universidad expresa su interés en abrir sede en oriente y en el Nalón. Entre las novedades de Extensión, este año se dará un uso polivante a la Sala de Exposiciones, con especial hincapié en la difusión del patrimonio cultural y artístico de la Universidad.
En el acto de apertura, Pilar García Cuetos recordó que, cuando arrancó PUMUO el programa fue muy «menospreciado» y había quienes se preguntaban '¿qué hace la Universidad abriéndose a estos grupos de edad?' '¿Va a ser un centro social?' y ahora es reconocida como 'una de las experiencias más motivadoras'. A la inauguración oficial (las clases comienzan el lunes) asistió una treintena de alumnos. Para algunos, como Alba y José Ramón, supone una iniciativa nueva. Es el caso de la gijonesa Joaquina García, de 78 años, y profesora de música en su propia academia. «Llevaba tiempo pensándolo y este año en la Feria Internacional de Muestras (FIDMA) me animé. Porque hice la carrera de música, pero no cursé estudios universitarios y me quedó ese gusanillo. Ahora es el momento. Aunque disponga de una hora libre, de 16.30 a 17.30, porque sigo trabajando, quiero tener nuevos conocimientos. Hay muchas materias que puedo aprender tranquilamente», afirma.
Los había 'novatos', pero también veteranos. Como Carmen Argüelles, ovetense de 60 años, que se graduó el curso pasado. «Han sido cinco años estupendos», dice haciendo balance sobre un programa que está dividido por áreas y no son asignaturas al uso. «Hay un amplio abanico para el gusto de todos». De hecho, «el que prueba se queda», afirma quien fue delegada de su curso durante cuatro años. Al igual que otros compañeros, al acabar, puede matricularse de asignaturas sueltas. Y es lo que ha hecho este año. Se ha inscrito en Historia de la Industrialización del siglo XIX. «Este año hay que relajar un poco», sonríe. «Pero es que es imposible desvincularse, porque siempre hay algo nuevo. Incluso regresando a las mismas materias siempre queda algo por aprender. Y la relación con los profesores es estupenda. Tanto es así, que si hay algo que no saben con concreción, te dicen que lo investigan y te cuentan».
Uno de los primeros en participar en PUMUO fue Celestino Díaz, ovetense de 80 años. Pertenece a la tercera promoción. «Al principio duraba tres años y tras pedírselo al Rectorado se amplió a cinco». Cuando retomó el programa en cuarto curso, se animó su esposa, que empezó primero. «Es una experiencia muy gratificante, hay muy buen ambiente», explica Díaz, que pertenece al coro de PUMUO y este año ha decidido inscribirse en dos asignaturas: Funcionamiento del cerebro y Música, «para no perder el hábito de ir a clase». El programa también ayuda a socializar «cuando uno se prejubila y quiere aprovechar el tiempo cuando no podía antes». «Al salir, vamos a tomar algo, charlamos e intercambiamos impresiones».
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