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ALICIA GARCÍA-OVIES
VILLAVICIOSA.
Miércoles, 7 de septiembre 2022, 01:08
José Villazón es un apasionado de Villaviciosa. El farmacéutico y escritor en ciernes se siente «afortunado» del concejo que lo ha visto crecer y ese sentimiento es el que intentará trasladar a los vecinos en el pregón de las fiestas del Portal, este viernes, en la plaza del Ayuntamiento.
-Enhorabuena por haber sido elegido pregonero.
-Estoy muy contento, para mí es un honor. Como persona muy unida a Villaviciosa y muy identificado con ella, me alegra mucho que hayan pensando en mí. Siento un poco de responsabilidad, pero es un gusto poder explicar a los vecinos la visión positiva que tengo de este concejo.
-¿Cuál será la línea del pregón?
-Intentaré explicar mi amor por Villaviciosa por dos vías. Por mis experiencias personales subjetivas y por algunas reflexiones más objetivas, respecto a los puntos de interés que hay en el concejo.
-¿Ha cambiado mucho Villaviciosa en los últimos años?
-La irrupción de la autovía supuso un cambio notable y creo que ha sido muy positivo. A mí una de las cosas que más me gustan de Villaviciosa es este 'mix' que hay ahora de gente de toda la vida, que entiende la tradición, la comunidad, que da soporte al carácter propio del concejo, y gente que viene de fuera gracias a las comunicaciones, que aportan nuevos aires y nueva frescura. Es una mezcla muy sana y positiva.
-¿Cómo vendería el concejo a alguien de fuera?
-Villaviciosa ofrece una calidad de vida fantástica, tiene una dimensión muy humana y no le falta nada de lo esencial. A mayores de eso, tenemos atractivos de primer orden como la ría, la cultura sidrera de la que somos epicentro, una colección de iglesias románicas espectacular y un catálogo de hórreos y paneras que yo creo que no hay otro concejo en Asturias que lo tenga.
-Recientemente ha publicado su primer libro de «política para ciudadanos a punto de renunciar».
-Sí, tengo mucho interés por la política y una editorial me animó a sacarlo. Es un compendio de mis ideas centrales respecto a la vida política y la vocación del libro es muy didáctica, trata de animar a los ciudadanos a orientarse y participar en política de modo realista. Comprendo que no es motivador participar en política, pero tampoco conduce a nada el desprecio absoluto.
-¿Se plantea entrar en política?
-A corto plazo no tengo ninguna perspectiva concreta.
-¿Como farmacéutico, cómo cree que se abordó la pandemia?
-Creo que las farmacias hemos respondido muy bien a ese desafío. La prestación farmacéutica no se ha resentido para nada. Hemos funcionado con auténtica normalidad, tanto por el compromiso de los farmacéuticos como por una distribución que funcionó de maravilla. Hemos dado la talla, podemos estar orgullosos.
-¿Y a nivel personal?
-Me considero afortunado de haber podido seguir siendo útil a la gente y, además de eso, de haber podido seguir trabajando cuando muchos ciudadanos no tuvieron esa opción. Para los que trabajamos, el confinamiento era los domingos y para mí eso fue una fortuna.
-En su día se habló de la posibilidad de que ustedes pudiesen poner las vacunas. ¿Qué le parece esta idea?
-Sin referirme directamente a esto, creo que las farmacias tenemos potencialidades que sería importante explorar.
-Volviendo a las fiestas, ¿qué recuerdos tiene de su niñez?
-Me gustaban mucho, y me siguen encantando, los gigantes y cabezudos. Pasábamos horas pegados al tiro de cháchara y cómo no, los coches de choque.
-¿Alguna vez ha participado en la danza?
-No cabe duda de que es lo más representativo de las fiestas. Me siento muy cercano a ella porque nací en una casa que está en la plaza del güevu, por lo que cada año veía y escuchaba la danza desde el balcón, pero nunca la he bailado. Aunque este año una de mis hijas me lo propuso. Quizá para el siguiente.
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