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ALEJANDRO L. JAMBRINA
PRAVIA.
Domingo, 9 de mayo 2021, 01:12
Para muchos, la antigua Azucarera de Pravia sigue siendo a día de hoy el monumento más representativo del pasado desarrollo industrial de la villa, un inmueble que tras varios proyectos de rehabilitación pospuestos a lo largo de los años, continúa a la espera de una decisión lo suficientemente firme sobre su uso definitivo que le asegure un futuro. Entre tanto, el paso del tiempo, la falta de mantenimiento y el vandalismo han ido deteriorando un edificio histórico venido a menos, que fue la joya de la industria local cuando se inauguró en 1900 con el objetivo de rebajar el alto precio del azúcar tras la guerra de Cuba de 1898.
Hoy, el perímetro sólo está parcialmente vallado, lo que permite el libre acceso de cualquiera que quiera investigar los secretos de la antigua fábrica de azúcar, un escenario sin duda llamativo que parece sacado de una película. El problema es que buena parte de los cristales de las ventanas del edificio ya han sido apedreados para convertirlas en puertas improvisadas.
Tanto el interior como la fachada están cubiertas de pintadas, hay almacenes llenos de colchones y basura, y la histórica chimenea de ladrillo hoy está rodeada de maleza, plásticos de obra y neumáticos a medio quemar. Un escenario poco digno de la importancia que tuvo esta industria en la villa de Pravia a principios del siglo pasado.
El interior luce prácticamente igual que cuando se abandonaron las últimas obras, hace casi una década. Un cascarón vacío del que se han llevado los pocos materiales de obra que quedaban en estancias diáfanas que hoy esperan convertirse en oficinas, si los retrasos no las relegan al olvido, como ya ocurrió en otras ocasiones.
La rehabilitación, cuyo presupuesto se elevó a los 4,5 millones de euros, fue ejecutada parcialmente en un setenta por ciento. Eso es lo que se licitó en 2008 y lo que hoy se sigue comunicando desde las instituciones. Los informes técnicos indican que sólo están pendientes de conclusión las carpinterías interiores, instalaciones y remates menores.
En su última visita en el mes de marzo, la viceconsejera de Justicia del Gobierno regional, Encarnación Vicente, aseguró que los nuevos juzgados de Pravia ocuparán 1.266 metros cuadrados de superficie repartidos en dos plantas, mientras que el Ayuntamiento tiene la intención de aprovechar los 3.700 metros cuadrados restantes para desarrollar un centro de empresas.
Las fechas todavía no están claras, nunca lo han estado. La última estimación oficial es que la nueva sede judicial pueda entrar en funcionamiento en 2022. Al menos la intención del Principado es sacar a concurso el proyecto próximamente para contar con el documento en otoño y licitar las obras este mismo año.
En Pravia no pierden la esperanza, pero es cierto que el escepticismo y la incredulidad son comprensibles, dados los antecedentes. De momento lo que piden los vecinos es que se mantenga el inmueble, que se proteja un bien industrial que está siendo desvalijado poco a poco.
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