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J. F. G.
PIEDRAS BLANCAS.
Domingo, 30 de junio 2019, 01:38
Los peregrinos del Medievo recorrían Castrillón siguiendo el camino real de la costa tras abandonar Avilés y circulaban por La Plata y Quiloño. El valle que conforman «es la puerta a la Edad Media, uno de los espacios más importantes de aquella época, poblado desde antiguo, como demuestra el castro de La Armada. Allí se encontraba el monasterio de San Miguel, que poseía un notable elenco de reliquias en su altar. La iglesia de San Miguel, su heredera histórica, es uno de los hitos destacables», concretó el historiador Iván Muñiz, autor de un exhaustivo estudio que detalla paso a paso el trazado del Camino en el municipio. Se titula 'El Cuaderno Azul. Memoria del Camino de Santiago en el concejo de Castrillón'.
Con cerca de 260 páginas, constituye uno de los primeros modelos de gestión integral del Camino en un territorio: fuentes históricas, descripción de su estado, diferenciando con claridad la ruta oficial de otras variantes, medidas de asistencia al peregrino, de mantenimiento o una evaluación de normativas sobre las que ha diseñado propuestas de gestión práctica. Es una 'gramática del Camino', define el autor.
La ruta oficial continúa por El Ventorrillo y se introduce en el casco urbano de Piedras Blancas, localidad en la que «la reconstrucción del trayecto había ocasionado muchos problemas por la falta de fuentes históricas y de huellas en el terreno. He podido llenar ese hueco. Piedras Blancas era un espacio muy inhóspito, inundado, con indicios de poblamiento en el siglo XVI, lo que conllevó el trazado de sendas desde el camino real. Aún así, en el siglo XVII la situación era todavía tan complicada que el paso de Piedras Blancas, como ya se le llamaba, se consideraba uno de los puntos negros y se recomendó su empedrado».
Una vez en la capital del concejo el peregrino dirige sus pasos hacia el centro de la población. «Piedras Blancas representa el paisaje urbano, un paisaje hijo de la industria, pero donde quedan resabios de urbanismo medieval. La calle Pablo Iglesias funciona casi como una de las grandes rúas que en el Medievo estaban pobladas de tabernas y comercios, calles ricas y muy concurridas que confluían en los grandes edificios; la iglesia y el castillo o, en nuestro caso, el Ayuntamiento. El tránsito de la ruta por este eje aumenta su importancia. Es nuestra rúa de los peregrinos».
Una vez se deja atrás la capital, el camino remonta la sierra del Cordel, «un tramo con nombre propio anclado en los momentos más antiguos. Hay indicios romanos y la aldea medieval de Arancés en sus cercanías. Es un recorrido muy lineal y llano, la columna vertebral de nuestro concejo en el pasado. Durante siglos fue el equivalente a las autovías, un paso constante de viajeros, mercaderes, ganaderos y peregrinos».
Desde La Lloba los peregrinos toman una senda forestal que desciende al valle de Santiago del Monte. La parroquia «representa el paisaje agrario, uno de los ejemplos mejor conservados de la vieja sociedad rural en el Camino. Además de su iglesia dedicada a Santiago, ese mundo tradicional se expresa en un conjunto muy notable de hórreos y paneras de los siglos XVIII y XIX, patrimonio religioso como la ermita de Nuestra Señora de los Remedios y, por supuesto, un entorno verde, muy hermoso en esta época veraniega». Antes de llegar, los caminantes tenían que sortear un obstáculo, el cruce del río Ferrería. Allí se conserva el puente de la Campa, reconstruido en 1876.
El último lugar que los peregrinos recorrían en Castrillón era la rasa del Cueplo, «una zona boscosa y de pasto en la que se asentaron los pobladores de El Cueplo. Y muy cerca, la braña de Panizales, un poblado vaqueiro cuyos moradores se conocían en el siglo XIX como la raza del Cueplu. Los viajeros que por entonces atravesaban aquellas tierras narraban historias sobre asaltos de bandoleros».
Muñiz deja un reflexión. «No me cansaré de defenderlo. El Camino es el único Bien Patrimonio de la Humanidad que posee el concejo. Este privilegio exige a cambio valoración y sensibilidad. Es como poseer una gran catedral gótica o un mural románico. Y nos sitúa en el mundo. Durante las prospecciones me encontré con peregrinos franceses, alemanes, una japonesa... Un mundo entero que cruza nuestro concejo y se lleva recuerdos».
El Ayuntamiento anuncia nuevas mejoras, iniciadas con la instalación de vieiras y señalización en el tramo que atraviesa Piedras Blancas. «Tenemos previsto reponer los hitos que incluyen la doble señalización de concha y flecha indicativa así como acometer mejoras en aquellos tramos que estén más deteriorados, mejorando el firme. Ya hemos redactado varios proyectos con el fin de poner en valor el trazado oficial que están siendo analizados por Patrimonio», manifestó la concejala de Turismo, Mar González, quien también anunció su intención de abrir un centro específico de visitantes.
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