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CARLA VEGA
QUINTUELES.
Sábado, 25 de febrero 2023, 00:48
La asociación de vecinos de San Clemente de Quintueles organizó ayer en el restaurante Casa Nicasia una mesa redonda sobre el azabache, tratando diversos temas, como la importancia que esta piedra ha tenido en el concejo de Villaviciosa a lo largo de la historia. Con la ponencia del escritor Valentín Monte los asistentes viajaron a la Villaviciosa de 800 años atrás, cuando el aumento de la peregrinación a Santiago de Compostela, donde este material se convirtió en un emblema, se comercializó a grandes niveles.
«Cualquier peregrino de cualquier parte del mundo volvía a casa con un recuerdo de azabache, que estaba elaborado fundamentalmente en Villaviciosa, algo también en Gijón», expone Monte, que explica que durante casi 300 años el negocio del azabache asturiano vendido en Santiago fue la actividad principal de los azabacheros. «El azabache era una industria muy potente, posiblemente, quitando la agricultura o ganadería, sería el Ensidesa o Arcelor de aquella época», comparó el ponente.
Con el declive de las peregrinaciones, el mercado se transformó y se empezaron a exportar piezas a América, ya que habían llegado muchos españoles, sobre todo la mano de azabache por su apreciación como amuleto y otras piezas de joyería. «En Inglaterra también hubo un boom de exportación de azabache en bruto al condado de York, ya que la reina Victoria puso el azabache de moda a través de actos como los funerales del Príncipe Alberto, por ejemplo», detalló Valentín Monte. Posteriormente el negocio internacional entró en declive, por lo que los azabacheros se centraron en la producción para joyería en España.
En Asturias, el declive de la explotación del azabache llega en con el fallecimiento de Tomás Noval, último minero que realizaba extracciones y con cuyo sustento trabajaban los artesanos azabacheros que aún quedaban en activo. A través de su explotación en Oles se sustentaba el negocio, pero tras esto los artesanos que aún quedan han tenido que recurrir a la compra de azabache importado. «En internet hay mucho plástico, y piedra negra que se vende como azabache pero no lo es, pero por aquí si que se trabaja azabache. Posiblemente no son de la excelente calidad que tenia el azabache jurásico asturiano, que era reconocido como el mejor del mundo, aunque aquí también lo había regular y malo, como en todos lados», detalló Monte.
De cara al futuro del azabache asturiano, el escritor, que lleva 40 años estudiando el tema, considera que sería ideal poder explotar las minas de azabache, y que se está pendiente su reconocimiento como Bien de Interés Cultural (BIC), pero cree que lo primero tiene pocas posibilidades de suceder.
«Se necesitaría que la gente que se dedique a esto cuente con material de aquí, porque si aquí hubiese buena ya abundante materia prima, nadie lo importaría. Nadie pedía azabache de fuera hasta el fallecimiento de Tomás. Abrir una mina hoy no sería rentable por las zonas en las que están, que son protegidas por estar cerca de la costa, y al extraerlo de forma industrial se encarecería el precio para los azabacheros y para los clientes», argumentó el escritor.
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