Una semana «para que los chigres se llenen y se olviden las penurias»

El inicio del acto, que se celebró en el salón de actos del IES Cristo del Socorro, corrió a cargo del alcalde, Jorge Suárez, quien celebró «volver a ver este recinto sin las restricciones de otros años» y poder retomar así «el contacto directo con los demás, que se echaba de menos especialmente en los tiempos que nos ha tocado vivir». Suárez tuvo unas palabras de cariño para «todos aquellos que han perdido a seres queridos en los años de pandemia», en muchos casos además «sin el consuelo de una despedida».

Tras la imposición del pin de oro como símbolo de distinción en estas fiestas, se procedió a la lectura del pregón. La presidenta de la Asociación de Amas de Casa de Luanco, Celestina del Valle, dijo que «estamos aquí con la mayor ilusión y compromiso» y se disculpó por no «ser habituales en las tareas literarias». Este año es especial para ellas, porque acaban de celebrar sus bodas de oro. «Somos las que más larga vida y recorrido tenemos, después de la Cofradía de Pescadores, pero ellos con fines profesionales y de carácter masculino». Se recordó a Ángeles Somoano y a María Cristina Papes, quienes promovieron esta organización en 1972. «Y no nos queremos olvidar de las profesoras de los cursillos, que durante todos estos años contribuyeron de una manera especial a la buena marcha de esta asociación». Su secretaria, Cristina Alonso, también tomó la palabra en el acto para reivindicar el papel de las madres y abuelas, «fundamental para transmitir los valores necesarios en cada momento de generación en generación».

Un poco antes del pregón ya se había animado el ambiente festivo con el Cross del Socorro Memorial Jenaro Fernández Diego, que tuvo su versión para adultos y también un recorrido para los más pequeños. A pesar de las bajas temperaturas, como es habitual en estas fechas, fueron muchos los valientes que se echaron a las calles.

Pero a lo que invitó el alcalde es a pasar unos felices próximos días. Y confía en que «los chigres se llenen y los bares suenen a canciones con sabor a mar». Jorge Suárez dijo que esta «es una semana de celebración» y, más importante, «de dichas y alegrías, que sirva para olvidar las penurias». Principalmente, tras años de falta de normalidad por culpa de la pandemia, «una ocasión idónea para pasar un rato agradable con los amigos y recuperar el contacto de unas vidas que cada vez tienen más de virtual y menos de real».

Las celebraciones continuarán los próximos días con el plato fuerte del próximo sábado: el espectáculo pirotécnico en la playa, a las 23.30 horas, a cargo de Pirotecnia Reiriz de Tapia de Casariego.