Unos segundos fueron suficientes para evitar lo que podía haber sido una tragedia. Una roca de enormes dimensiones se desprendió ayer del monte Fuxa, en Candás, alcanzando la parte trasera de un vehículo que en esos momentos circulaba por la carretera de la playa. «Oí un ruido muy fuerte y el coche se me movió para todos lados», relató el conductor. No se podía imaginar, cuando bajó del vehículo, que lo que había provocado tal estruendo fuese el impacto de «un pedrusco» de tales dimensiones que ni siguiera el vallado de protección de la zona logró frenar. «El conductor que iba detrás me dijo que volví a nacer. Si llega a caer un segundo antes y pega en la parte delantera del coche me hubiese matado», asegura el afectado, el hostelero E. A. C., quien en esos momentos se dirigía de Gijón a Luanco.
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Sus suposiciones fueron poco después confirmadas en el taller. «Si llega a entrar por la puerta no lo cuento. Por suerte, dio en una zona del coche que está reforzada». El suceso obligó a cortar el tráfico durante varias horas hasta que la piedra fue retirada por operarios municipales.
Aunque esta no es la primera vez que se produce un desprendimiento en ese punto del paseo candasín. El último tuvo lugar en febrero del año pasado. Entonces los trabajos obligaron a cortar el tráfico rodado durante varios días y se instaló el vallado de seguridad que ayer fue insuficiente para frenar la piedra.
La inestabilidad de la ladera es uno de los grandes dolores de cabeza del equipo de gobierno, que recientemente ha tenido que hacer llegar al Tribunal Superior de Justicia un proyecto para asegurar una parte del monte. La actuación permitirá poner fin a los desprendimientos que hace ochos años obligaron a desalojar una vivienda de la zona.
En un principio los trabajos deberán ser ejecutados por los propietarios del monte (empresa Mepolo S. L. y José Luis García-Salinas Menéndez-Pola), a los que se deberá dar audiencia para informarles del proyecto. A ese acto también podrá acudir la dueña de la vivienda. El objetivo es «ordenar con precisión, motivación y proporcionalidad las obras y labores precisas para garantizar la seguridad» de la casa y el paseo.
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En noviembre de 2021, un hecho similar acabó con la vida de una mujer en Tineo cuando viajaba por la AS-15, la principal arteria del suroccidente, con su familia. En ese caso las rocas pesaban más de 2.000 kilos. En diciembre de 2017, un gijonés de 60 años perdió la vida en el puerto de San Isidro al caerle una gran piedra sobre el coche.
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