Dos agentes de la Guardia Civil vigilan uno de los calderones.

«Los sacamos a alta mar, pero regresan»

Seis calderones se alejan de la costa gracias al esfuerzo de voluntarios y del Principado, que mantiene su vigilancia. Nueve cetáceos murieron

ALICIA G.- OVIES

CANDÁS.

Miércoles, 30 de septiembre 2020, 00:10

Hace tan solo una semana, Australia registraba el mayor varamiento de cetáceos de su historia, con el fallecimiento de más de trescientos ejemplares. Anteayer, la cala de Morís, en Carreño, vivía un episodio trágico similar, aunque a menor escala. Quince calderones tropicales -de los que seis todavía están vivos- llegaron a la costa para sorpresa de los viandantes de las senda del Tranqueru ... . «Es un especie muy gregaria. Siguen al líder, y si este vara el resto del grupo va detrás. Normalmente mueren la mayoría», explican los especialistas. La causa de por qué han acabado en esta ocasión en el arenal asturiano es más difícil de dilucidar. «El líder podría estar enfermo o podría haberse desorientado por alguna alteración en sus sistema de ecolocalización», añaden.

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El varamiento de calderones en la costa española no es una imagen excepcional, y supone una pérdida importante, pues se desconoce con exactitud cuántos ejemplares pueden quedar en todo el mundo. «Suelen aparecer entre septiembre y octubre. Yo he asistido a varamientos masivos en la provincia de Lugo», apunta Luis Laria, director del Cepesma. Sí es, en cambio, una imagen insólita para Asturias, donde no se registraba un episodio de estas características desde hace más de treinta años.

Vídeo.

La Consejería de Medio Rural recibió aviso, a través del Servicio de Emergencias, del avistamiento de los calderones en la mañana del lunes. Los animales llevaban varios días nadando en por las cercanías de Carreño. Inmediatamente se activó el protocolo de la Red de Varamiento de Cetáceos y durante todo el día agentes de Medio Natural estuvieron pendientes de su evolución. No fue hasta por la tarde cuando la situación se complicó. Los animales vararon en la playa de Morís para sorpresa de los vecinos y de un grupo de jóvenes que no podían creerse lo que estaban viendo.

«Fue una madrugada atroz, en la que algunos vecinos sintieron con inmenso dolor la angustia de intentar salvarlos»

La reacción entonces fue inmediata. Los vecinos se lanzaron al agua para intentar devolver a los animales mar adentro, a la espera de la llegada de miembros del Principado. Durante horas no cesaron sus esfuerzos. «Los sacamos unos metros, pero vuelven», decían, impotentes. En torno a las 22.30 horas, el dispositivo se suspendía por falta de luz. Aún así, fueron muchos los voluntarios que decidieron continuar allí durante la noche. «Una madrugada atroz, en la que algunos vecinos, entre ellos Susana y Renata, sienten con inmenso dolor la angustia de intentar salvarlos», destacó Laria.

Toma de análisis de sangre

Ayer, los técnicos y agentes de Medio Rural volvieron a la zona y se encontraron con nueve ejemplares ya fallecidos. Los cadáveres de tres de ellos (dos hembras y un macho) estaban en la cala, mientras que el resto los mantuvieron en el agua para poder retirarlos con más facilidad. «Hemos hecho un primer reconocimiento y hemos tomado muestras de sangre, que nos sirven luego para hacer la vigilancia sanitaria.

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Los cadáveres que están amarrados a la boya los llevaremos a un puerto para hacerles una autopsia ya reglada. Para sacar los tres que están en la arena debemos esperar a que suba la marea», explicó Luis Miguel Álvarez, jefe de Servicio en la dirección general de Medio Natural.

El resto de los ejemplares que habían logrado, con mucho esfuerzo, volver mar adentro, que eran seis, estuvieron controlados por miembros de Salvamento Marítimo y de la Consejería de Pesca que los guiaron para evitar su regreso a la costa con una barrera disuasoria formada por varias embarcaciones.

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Los calderones muertos fueron retirados a través del puerto de El Musel. La autopsia permitirá ahora aclarar en qué condiciones se encontraban los cetáceos antes de su muerte, aunque «aparentemente el estado parece bueno», señaló Álvarez.

Además, el Principado mantiene un control sobre los ejemplares que han conseguido volver a la mar a la espera de que puedan seguir ellos mismos y no corran peligro de volver a vararse.

El amplio dispositivo estuvo coordinado por la Consejería de Medio Rural. Contó con la participación de técnicos y agentes del Medio Natural, miembros del Centro de Experimentación Pesquera, Policía Local, Guardia Civil y Salvamento Marítimo, así como numerosos voluntarios.

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