Pravia se dispone a vibrar en un Xiringüelu para miles de personas

Mediado el viernes, antes incluso de que se clausurase la taquilla online, todas las localidades se habían agotado ya. No obstante, la organización pondrá a la venta un número reducido de entradas extra, que se podrán adquirir esta mañana. Su validación por pulseras podrá hacerse a la entrada del polígono, y lo mismo quienes, aun habiéndolas comprado con anterioridad, todavía no las han cambiado. No obstante, pocos serán quienes formen ese último grupo; a lo largo de todo el día de ayer se vieron largas colas a la entrada de los puntos de validación abiertos en Pravia, Oviedo, Gijón y Avilés, con el fin de descongestionar la entrada hoy.

«Hay muchos nervios, claro, pero, sobre todo, tenemos muchas ganas; con decir que el viernes se vendieron 2.650 bollos, más que en ninguna edición...», confesaba ayer Adolfo Marcos, presidente de la Cofradía del Xiringüelu. Y esas ansias, a su juicio, se traducen en «un ambiente sano, de romería, de gente generosa que comparte. Además, muchas personas llevaban años sin venir, así que será momento de reencuentros». Todo ello, por descontado, con la voluntad que ha motivado las ediciones anteriores: «Que toda Pravia vibre».

La fiesta se iniciará a las once de la mañana, momento en que se abrirá el recinto y comenzará el control de accesos. El tradicional acto de 'colgar al muñecu' se oficiará a las doce, ante la peña El Ahorcáu; tras ello, se cantarán el 'Asturias Patria Querida' y el himno del Xiringüelu. A continuación, las celebraciones se prolongarán hasta altas horas de la noche, bajo el control de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado, y de vigilantes privados.

Por su parte, la empresa Transinsa aplicará su dispositivo de riesgo previsible (DSRP), formado por profesionales con formación y experiencia en emergencias sanitarias masivas. Con una media de 490 intervenciones por Xiringüelu, casi cuarenta sanitarios se desplegarán, apoyados por vehículos y distribuidos en catorce zonas especializadas.