Un policía nacional fuera de servicio rescata a un joven a punto de ahogarse en Xagó

No se considera «ningún héroe», pero sus hazañas demuestran que esta afirmación está lejos de la realidad. Rafael Correa salvó ayer a un joven a punto de ahogarse en la playa de Xagó. Es la segunda vez en cuatro años que este policía nacional, destinado a Madrid, tiene que lanzarse al agua para evitar un trágico desenlace. En 2018 rescató a dos jóvenes que se encontraban practicando surf en Salinas y habían quedado atrapadas por la corriente. «Van dos veces, pero lo volvería a hacer una tercera si fuese necesario», dice sin dudar.

Correa salió ayer a pescar con su embarcación en torno a las nueve y media de la mañana. «Me estaba dirigiendo a la zona de Xagó, unas dos millas mar adentro, cuando vi a un chico de unos 25 años pidiendo auxilio porque se ahogaba», relata. En la zona había «bastante corriente», y por mucho que el joven se esforzaba en nadar era incapaz de salir por sus propios medios y estaba comenzando «a hundirse».

Sin dudarlo, se ató una cuerda a la cintura, porque «sino nos llevaría a los dos» y se lanzó a por él para ayudarlo a subir al barco. «Vomitó bastante», pero con el paso de los minutos fue recuperando la respiración y encontrándose cada vez mejor.

Correa dio aviso al Servicio de Emergencias para comunicar el suceso, pero el joven solo decía «llévame a la playa, mis padres me matan. Que no se entere nadie que me estaba ahogando». «No me quiso decir nada. Ni su nombre. Solo me dijo que estaba con un paipo y cuando se dio cuenta apareció mar adentro sin paipo ni nada y no era capaz de volver a la orilla», explicó.

Atendiendo a sus peticiones, lo acercó al lado izquierdo de Xagó, donde lo vio «subir por unas piedras y salir a la playa». Posteriormente, regresó mar adentro y a unas tres millas encontró el paipo. Por ello, «si este chico lee la noticia que esté tranquilo y si quiere recuperar su paipo lo tengo yo. Espero que esté bien». «Fue una suerte salir a pescar ayer. Si no, el chico estaría ahogado», asevera.

Esta es la segunda vez que Correa tiene que saltar al agua para salvar la vida de una persona. En 2018 ya rescató a dos chicas que quedaron atrapadas por la corriente en Salinas cuando practicaban surf. Él se encontraba dando un paseo por la playa cuando vio que dos chicas agitaban los brazos. «Veía que estaban levantando los brazos, como saludando y llegué a pensar que estaban posando para algún reportaje fotográfico», recuerda. Todo cambió cuando decidió meterse en el agua y vio que había resaca. Las jóvenes seguían sin salir y se percató de que algo iba mal.

El momento propicio para lanzarse lo encontró en una ola que hizo que una de las chicas pudiese impulsarse y nadar hacia donde se encontraba. «Pude sacarla pero estaba muy nerviosa y no paraba de repetir que su amiga se estaba ahogando». Una vez a salvo en la orilla, cogió la tabla de la joven y se lanzó a por su amiga. «Con la tabla todo fue más fácil, actúa como una boya», apunta.

El agente espera que no haya una tercera, pero tiene claro que en el caso de que así fuera volverá a hacerlo: «Soy policía nacional y si puedo ayudar a la gente nunca lo dudaré, aunque no me considero ningún héroe», insiste.

Sabe lo alerta que se debe estar en el mar. Practica surf, pesca desde embarcación, pesca submarina y pertenece al Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS). Por ello, su consejo para todos los bañistas es que «no hay que tenerle miedo, pero sí respeto».

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