lmagen en las redes. La presunta estafadora.

La mujer de la que nadie desconfiaba

Casi un centenar de timos. La presunta estafadora corverana, que habría engañado a varios negocios de la comarca, fue detenida de nuevo hace unos meses por un delito similar

GIOVANNA F. BERMÚDEZ

Domingo, 6 de junio 2021

Con buena apariencia, modales y diferentes historias emotivas se ganaba a sus víctimas la presunta estafadora corverana, que varios negocios de la comarca, e incluso de otros puntos de la región, denunciaron en los últimos meses por dejarles a deber compras que iban ... desde los veinte euros hasta los 6.000. Todos los que sufrieron sus timos aseguraron que no llegaron a desconfiar ni siquiera cuando se producía el primer impago, que llegaron a sentir pena por la situación de la mujer y que, en muchos casos, llegaron a empatizar tanto con ella que se plantearon la posibilidad de perdonarle la deuda. Una perfeccionada técnica de engaño que fue mejorando con los años y que le funcionó para conseguir un buen nivel de vida, hasta que el pasado mes de enero todo saltó por los aires.

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Vista desde fuera, la vida de R. M. F podría parecer completamente normal, incluso rozando lo ideal. Una pareja estable, dos hijos y un chalet en la localidad castrillonense de Llodares, donde la familia contaba con diferentes comodidades, ignorando que todas ellas habían sido adquiridas a través de supuestos timos. Precisamente, los servicios encargados para esta vivienda fueron los que destaparon, finalmente, toda la red de engaños que la presunta estafadora había urdido y que todo el mundo aseguró desconocer cuando salió a la luz, incluido su novio, quien en ese momento se confesó víctima de las mentiras de la mujer.

La primera alarma pública sonó gracias a la denuncia realizada por la dueña de una empresa de jardinería de Castrillón, que aseguró haber realizado unos trabajos en la casa de Llodares por valor de 800 euros. Unas labores que nunca cobró, pero con las que, además, la mujer habría intentado sacar provecho. Tal y como aseguró la víctima, tras varios meses dándole excusas para pagar, le contó que se había separado de su marido y que le habían bloqueado las cuentas bancarias, por lo que si le prestaba 600 euros, podría solucionar el problema y devolverle ese importe más el coste de los servicios. La historia suena a escena de comedia televisiva, pero la empresaria explicó que, de la manera en la que se lo contó, llorando, temblorosa, tremendamente afligida, llegó a creerla por un instante. Algo similar fue lo que la pasó al dueño de una tienda de colchones de Avilés, al que la mujer también intentó, además de no pagarle por la mercancía, sacarle más dinero, mostrándole un comprobante de una transferencia falsa con el que aseguraba haber pagado de más y exigía la devolución de la diferencia.

Ambos negocios denunciaron estos hechos ante las autoridades, pero también a través de LA VOZ y, a partir de aquí, se desató una lluvia torrencial de testimonios de víctimas que, por el modo de actuar, la historia e incluso el nombre de la mujer, que no ocultaba, aseguraban haber sido víctimas de la misma estafadora. Joyerías, perfumerías, peluquerías, tiendas de alimentación, de calzado, textil, taxistas e incluso la propietaria de un quiosco de Piedras Blancas señalaron haber sido timados por R.M.F. El engaño era siempre, a grandes rasgos el mismo, pagaba con tarjeta y fallaba, aseguraba hacer una transferencia con el móvil, mostraba el justificante y cancelaba la operación al salir del local. Después se excusaba siempre con disculpas parecidas, desde estar ingresada por un tumor hasta supuestas enfermedades de sus familiares, pasando por un divorcio que la había dejado arruinada.

La lista de afectados ronda el centenar y entre los timos, muchos de ellos superan los miles de euros. Pero para llegar hasta aquí, la mujer comenzó un historial de estafas que, según cuentan quienes la conocen, afectó directamente a las personas más cercanas. Amigos, familiares y hasta vecinos aseguraron haber caído en sus engaños, desde préstamos de dinero que nunca devolvió hasta joyas que pedía prestadas y que desaparecían. Mentiras que también confesó haberse creído su pareja, quien llegó a acusar a algunas de las víctimas de conspirar contra su novia, asegurando que él le había dado el dinero para pagar las facturas y había visto los recibos.

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