El guardia civil Florentino Rubio, ante el edificio de Candás incendiado. PALOMA UCHA

«En esos momentos los vi por la ventana y no pensé en nada, solo entré a ayudar»

Florentino Rubio, el guardia civil que salvó a tres personas en el incendio de Candás, asegura que «te preocupas más por ellos»

Alicia G. Ovies

Villavlciosa

Martes, 1 de marzo 2022, 03:46

Florentino Rubio, lavianés de 43 años, no se considera un héroe a pesar de que el sábado logró rescatar a tres personas del incendio que calcinó un piso en Candás. «En esos momentos los vi por la ventana y no pensé en nada, solo entré», ... explicaba ayer este guardia civil tras salir del Hospital de Cabueñes, donde estuvo ingresado por intoxicación de humos. Su intervención, junto a la de la Policía Local, fue fundamental para salvar la vida de los cuatro inquilinos, así como la del resto de vecinos del edificio. «Fueron muy valientes», agradecen los afectados.

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Rubio volvía de hacer ejercicio cuando se encontró de frente con el incendio. Sin pensárselo dos veces, entró en el edificio y se encontró a un policía local sacando a una mujer de entre las llamas. «Le pedí la linterna y le dije que se quedase fuera con otra para marcarme la salida. Mi idea era buscar la luz de las ventanas para poder orientarme y asomarme a coger aire porque cuando entras no sabes ni donde estas ni ves nada», relata. Por suerte, en la primera habitación que entró encontró a dos de los inquilinos. «Les pregunté si estaban bien y si podían caminar. Me dijeron que sí, pero que estaban asustados».

A la primera que ayudó a salir fue a la hija del matrimonio. Por desgracia, el humo le impedía ver con claridad el camino y terminó en el baño. «En esos momentos te preocupas más por ellos que por ti, porque no sabes cómo van a reaccionar», indicó.

Al segundo intento encontraron la salida. Tras tomar aire durante un par de segundos, Rubio volvió al piso a por el hombre. En esa ocasión logró salir palpando las paredes. «Ya tenía cierta idea de cómo era el piso y dónde tenía que girar», indica.

Fue rescatando al hermano -el último en salir de la vivienda- cuando vivió uno de los momentos más tensos. En el camino hacia la salida se produjo «un fogonazo de vapor» en el salón que le quemó parte del pelo y comenzaron a desprenderse trozos de la puerta. «Los saqué justo a tiempo. Si empieza a caer parte de la puerta y corta el camino, ya no los podría haber rescatado. Ya tendrían que haber sido los bomberos cuando llegaran», reconoce.

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Una vez en la calle, con todos los inquilinos a salvo y tras haber pasado la adrenalina del momento, Rubio comenzó a marearse y tuvo que ser trasladado a Cabueñes afectado por intoxicación de humo, con alta toxicidad en la sangre e irritación de traquea. Los dos hijos y el marido también tuvieron que ser atendidos en Jove, donde todavía está ingresada la hija. Su madre, trasladada al Hospital Universitario de Asturias (HUCA) con heridas de segundo grado en caras y manos, ha estado los últimos días sedada, aunque la previsión de los médicos ayer era poder despertarla durante el día.

Las causas del incendio, que obligó a desalojar a treinta personas, son todavía una incertidumbre. La Guardia Civil continúa con la investigación abierta. Tras una primera revisión ocular, un equipo especializado se trasladará al edificio para hacer las correspondientes pruebas, aunque las primeras hipótesis apuntaban a un fallo eléctrico.

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