La inteligencia artificial causa furor en el colegio de Peón

Los alumnos de la escuela rural de Peón pudieron conocer ayer de la mano de Irene Bouzón algunos de los entresijos del trabajo que desde hace unos meses el Centro Tecnológico de la Información y la Comunicación (CTIC) desarrolla en la parroquia. Aprendieron cómo crear un juego o cómo conectar las luces con el medidor de C02 para que se pongan rojas cuando la partículas superan los límites establecidos. «Yo quiero trabajar aquí», sentenció uno de los pequeños.

«Me parece muy interesante como Irene siempre tuvo interés por la tecnología y mira dónde llegó. Me gustaría dedicarme a lo mismo», indicó otra estudiante, quien mostró su preocupación por el papel que las matemáticas juegan en este tipo de trabajos.

Esta será la primera de muchas actividades entre ambas instituciones. La intención del CTIC es poder colaborar estrechamente con el colegio. «Serán a los primeros que acudamos cuando queramos presentar un proyecto y nuestra idea es poder desarrollar muchas más actividades juntos porque los tenemos al lado. Es una forma también de inculcarles el interés por la ciencia», explican.

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