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SHEYLA GONZÁLEZ
SALINAS.
Domingo, 20 de enero 2019, 02:05
Hasta ahora era evidente el abandono y deterioro que sufría el edificio de Las Colonias en Salinas. No obstante, el estado de su interior, cerrado desde 1984, era un secreto para la mayoría, aunque se antojaba que sería muy parecido al de su exterior al carecer de mantenimiento alguno. Tras la convocatoria el pasado miércoles del concurso de ideas para rehabilitar el edificio y la finca, han salido a la luz los problemas internos que padece.
El agua, las filtraciones y la humedad están devorando por dentro y fuera Las Colonias. Este espacio educativo fue constituido en 1884 y se mantuvo con actividad durante cien años de manera ininterrumpida. Diez años después se rehabilitó la nave norte que se convirtió en la sede de la Cofradía La Buena Mesa de la Mar de Salinas, dejando los pabellones restantes vacíos y sin uso alguno.
Las numerosas filtraciones de agua que proceden de la techumbre de fibrocemento han desencadenado un proceso que ha colapsado parte de las cubiertas y de los forjados sanitarios y también se han abierto algunas grietas en los muros de carga. Todo ello ha sido analizado y reflejado en un informe preliminar elaborado por el área de Infraestructuras de la Universidad de Oviedo con el fin de poner en antecedentes a los arquitectos que quieran inscribirse en el concurso de ideas, que cierra su plazo el día 29 de enero.
Este informe aclara que, al ser preliminar, «no se analizará en profundidad el origen de los procesos patológicos, ni se evaluará el alcance y los costes económicos». Aunque sí es tajante en cuanto al estado actual de Las Colonias cuando dice que «la práctica totalidad se encuentra en un avanzado estado de ruina, hasta el punto de que tanto la cubierta como algunos paramentos verticales e incluso el cierre perimetral de la parcela presentan graves problemas de estabilidad».
Cuando se retomó la Junta de Colonias, la Universidad de Oviedo decidió realizar un estudio de las condiciones de la finca y actuar primero en ese espacio, sobre todo para controlar las plagas existentes. En cuanto al edificio, los daños más graves se localizan en la cubierta. Los técnicos que la examinaron apuntan como origen al «mal funcionamiento y la obstrucción de la red de evacuación de pluviales a causa de la acumulación de materia orgánica proveniente de la superficie arbolada». Aunque el resto de estancias de Las Colonias también muestran síntomas de entradas de agua desde el tejado. Esto ha afectado también a los enlucidos, pavimentos y falsos techos que están arruinados por la humedad.
Estos problemas, «además de favorecer la degradación de los elementos estructurales de madera, también están dañando a los falsos techos, los muros de carga y sus revestimientos», incide el informe de Infraestructuras.
El agua ha dañado «con especial virulencia» los muros de carga y los apoyos de las viguetas que conforman la cámara sanitaria, provocando a su vez «el deterioro de las escuadrías de madera por los hongos xilófagos». Fruto de la gravedad de las patologías que presentan los elementos principales del edificio, los expertos concluyen que «ninguno de los pavimentos, ni tampoco las instalaciones de abastecimiento, saneamiento o electricidad del complejo podrían aprovecharse». Estas últimas se encuentran fuera de servicio, bien por su obsolescencia o por las filtraciones y el desplome parcial de la cubierta.
Al agua se suma la presencia de grietas en varias zonas, especialmente en algunos de los paramentos verticales, tanto por el interior como por el exterior. Siendo la más llamativa la que hay en la fachada lateral derecha del edificio. En este punto el informe considera que sería necesario un estudio en profundidad que detalle con precisión el origen del proceso y así poder determinar la solución más correcta para los muros de carga.
Por otro lado, los técnicos también han estudiado las deficiencias en el cierre perimetral de la finca, que está compuesto de pilastras de ladrillo y enrejado metálico que se encuentran «en un precario estado». Tanto es así que «uno de estos elementos, situado frente a la fachada principal, presenta un relevante desplome debido al empuje de las raíces de una palmera próxima». Esto podría derivar en su derrumbe que arrastraría a las ubicadas a ambos lados «con el peligro adicional de que estas últimas soportan los cuadros eléctricos y de gas».
En las conclusiones del informe se muestran muy tajantes, «dado el evidente, importante y generalizado deterioro del complejo, que afecta a la práctica totalidad de sus elementos resistentes y quizás también a su cimentación, resulta indudable que la recuperación completa del edificio resulta actualmente muy difícil desde el punto de vista técnico y económico».
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