«Hubo una explosión de tierra y hierba. Nos asustamos y salimos todos corriendo»

El Centro de Coordinación de Emergencias recibió el aviso a las 16.32 horas y movilizó una dotación de bomberos del parque de Avilés. Una vez en la zona, y acompañados del técnico de la compañía suministradora, «procedieron a cerrar dos válvulas de gas. Mientras esperaban que el nivel de toxicidad disminuyera colocaron dos líneas con cortinas de agua».

La intervención duró más de dos horas, un tiempo que a los usuarios del camping se les hizo «eterno». En el momento de la fuga muchos de ellos se encontraban disfrutando del día de sol. «Ha sido un susto tremendo», reconocieron aún nerviosos por lo sucedido. La mayoría salió corriendo al oír el estruendo, por eso alguno no dudó en volver a buscar a su perro al ver que los minutos iban pasando sin que les dejasen volver a sus caravanas.

Con el paso de las horas la tensión y el cansancio fue en aumento. En torno a las seis y media de la tarde el propietario del camping les informó de que iban a empezar la reparación y que no podrían volver a acceder hasta dos horas después. El anuncio provocó las quejas de gran parte de los usuarios, que habían salido corriendo sin coger ni siquiera una prenda de abrigo. Por suerte el nivel del gas había disminuido y pocos minutos después pudieron regresar a sus caravanas.

Los bomberos esperaron en el lugar hasta que las mediciones con el explosímetro fueron cero. A las 19.06 horas, tras cerrar las dos válvulas para cortar el suministro y comprobar que ya no había fuga, se retiraron del lugar para regresar a su base.

En la zona también estuvieron efectivos de la Guardia Civil y la Policía Local. Además, por precaución, se solicitó al Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) que interrumpiese el servicio en la zona y cortase la catenaria hasta contener el escape. La fuga de gas causó además cortes en el suministro que afectó a usuarios de Candás y Luanco durante varias horas.