La Fiscalía pide veinte años de prisión para el asesino de un pintor en La Arena

Los hechos por los que se acusa a D. R. D. ocurrieron el 4 de noviembre de 2020, sobre las 21.30 horas. La Fiscalía sostiene que Alejandro Fernández-Canteli acudió por voluntad propia a una vivienda de San Juan de La Arena donde residía el acusado, a requerimiento de este con el que supuestamente mantenía una relación desde hacía unos cuatro meses.

Una vez allí, y según el testimonio del propio acusado y del resto de personas que se encontraban en el domicilio en el momento del suceso, ambos accedieron juntos al dormitorio situado en la planta superior de la vivienda y tras una discusión el acusado regresó al piso de abajo y agredió al propietario de la casa, al que tiró al suelo tras darle dos puñetazos sin motivo aparente.

En ese momento intercedió entre ambos el pintor gijonés, que quiso ayudar al joven rumano e incluso se prestó a curarle unas heridas que este se había provocado en las manos. A pesar de ello, la Fiscalía sostiene que el acusado salió de la estancia y regresó con un cuchillo de unos 10 centímetro aproximados de hoja. «Entonces, con ánimo de causarle la muerte, el acusado le clavó el cuchillo en el cuerpo, sorpresivamente y sin que tuviera posibilidad de defenderse, a la altura de la zona inferior de la clavícula». Instantes después, habría manifestado a otro de los ocupantes del domicilio que «antes de que me mate a mí como mataron a mi padre, lo mato yo a este maricón».

La Guardia Civil constató que la muerte de Fernández-Canteli no fue instantánea. Este trató de huir y sacó fuerzas para montarse en su coche, pero se desangró en el vehículo a causa de una puñalada que le habría afectado a un pulmón. A los pocos metros perdió el control y se precipitó a la cuneta de la carretera que va de San Juan de la Arena a la glorieta de Soto del Barco donde fue localizado por las fuerzas de seguridad, que se encontraron a la víctima desangrada.

En su primera declaración ante el juez, el acusado tan solo reconoció que habían discutido, porque del resto alegaba no acordarse debido a la ingesta de alcohol. «No recuerdo lo que pasó, estaba muy bebido», confesó. El Ministerio Fiscal considera que los hechos son constitutivos de un delito de asesinato y solicita que se condene al acusado a veinte años de prisión y cinco de libertad vigilada, así como la expulsión del territorio nacional por un período de diez años y que indemnice a cada uno de los nueve hermanos del fallecido con 22.379 euros.