Fallece Bruno Rodríguez, presidente de la agrupación socialista de Carreño

El histórico militante tenía 98 y desde el año pasado daba nombre a la sede local

Alicia G. Ovies

Villavlciosa

Martes, 15 de febrero 2022

El socialismo asturiano está de luto. Bruno Rodríguez Reguera, histórico militante y presidente de la agrupación de Carreño, falleció ayer a los 98 años. Un «socialista de los de siempre, modelo y ejemplo para todos los que tuvimos ocasión de compartir con él nuestros anhelos ... de una sociedad mejor», como destacan sus compañeros. Su marcha supone una pérdida importante para la política local, aunque su historia «de servicio honrado al socialismo y a la democracia» no será olvidada: «Siempre estarás en nuestro recuerdo».

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Rodríguez sufrió la trágica pérdida de un hermano por la represión franquista, así como la persecución política durante algunos años. Desde muy joven estuvo ligado a las juventudes socialistas y posteriormente al PSOE y UGT como militante, «aportando su trabajo y visión política». Comenzó su andadura profesional como marinero, hasta que mediados de los años 50 pasó a trabajar como electricista en la cementera de Tudela Veguín. Allí siguió hasta su jubilación, algo temprana por problemas de salud. Tuvo dos hijos y varios nietos.

El año pasado sus compañeros quisieron darle un «merecido homenaje», poniendo su nombre a la Casa del Pueblo de Candás. Un acto en el que participó el presidente asturiano, Adrián Barbón. «Que la sede lleve su nombre es un orgullo por los valores que ha representado y que, pese a todo lo que ha sufrido, sea capaz de perdonar, es un antídoto frente al horror», afirmó entonces, y destacó como, a pesar de todo, «Bruno nunca se rindió y aún lucha por un mundo mejor; transmite esperanza e ilusión por vivir».

«Espejo en el que mirarse»

La alcaldesa, Amelia Fernández, lo describió entonces como un «espejo en el que mirarse para muchos compañeros y compañeras. Un socialista, de ADN, de militancia a las duras y a las maduras. Forma parte una generación 'del valor' que supo mantener vivas las luces de la democracia, la justicia y la libertad en medio de la noche de la dictadura».

Su dedicación y «sus indiscutibles valores políticos» le hicieron ganarse el respeto de sus compañeros, aunque ante todo «era considerado una buena persona» por todos los que tuvieron oportunidad de conocerlo, independientemente de su credo político. «Fue un ejemplo permanente de compromiso, lealtad y coherencia con sus ideas, ganándose el respeto y cariño de todas las personas que lo conocieron», aseguró ayer la regidora.

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Las muestras de cariño no dejaron de repetirse desde que se dio a conocer su muerte. La capilla ardiente está instalada en el tanatorio de Candás. El funeral tendrá lugar hoy, a las 16 horas, en la iglesia de San Félix. A continuación, será trasladado al tanatorio de Avilés, donde será incinerado.

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