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«La fábrica de Albo no supone un peligro», afirma la empresa

A. G.-O.

CANDÁS.

Miércoles, 1 de noviembre 2017, 05:14

Las distintas edificaciones que la empresa Albo posee en la localidad de Candás «no corren riesgo de desprendimiento». Las antiguas fábricas, referentes en su día del sector conservero del municipio, habrían pasado hace menos de un mes una revisión técnica completa, según fuentes de la propiedad. Esta actuación habría servido para comprobar el estado de las mismas, tanto interior como exterior y verificar que cumplen las normativas urbanísticas exigidas, no suponiendo un peligro para los vecinos.

Desde la empresa propietaria niegan así que en una de sus edificaciones, ubicada en la calle Buenavista, se haya hundido parte de la techumbre como advirtieron desde la asociación de vecinos de Candás. Al parecer, la curvatura que se aprecia desde el exterior es «habitual para una edificio que tiene más de treinta años. No se ha desprendido nada, no hay ninguna pieza suelta y no existe ningún riesgo para los vecinos», aseguran para tranquilidad de los candasinos. De esta forma, no sería necesario el requerimiento que desde la entidad vecinal presentaron en el Ayuntamiento para instar a los propietarios a solucionar el problema.

La empresa conservera acabó su actividad en Candás en junio de 2009. Desde entonces su importante patrimonio se encuentra paralizado sometido a un mantenimiento para evitar posibles riesgos que, debido al paso del tiempo, puedan sufrir las diferentes edificaciones.

Proyecto urbanístico

La junta de accionistas de la empresa propietaria creó el pasado año una empresa inmobiliaria para gestionar su patrimonio en Candás, donde todavía posee varios inmuebles. Algunos de ellos se encuentran catalogados y una parte de los terrenos está sujeta al desarrollo de un Plan Especial de Rehabilitación Interior (PERI). Asimismo, el equipo de gobierno trabaja en un proyecto urbanístico, impulsado por IU, que contempla, entre otras cosas, el trazado de una nueva vía central que prolongará la calle de Pedro Herrero con la calle de Toliña. La redacción del mismo, encargada a un estudio de arquitectura, concluyó el pasado mes de febrero.

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