Una empresa de kiwis demanda a la Confederación ante la Audiencia Nacional por las riadas

Sin embargo, esta es una realidad que no es nueva para los profesionales de este sector, que llevan años temiendo que el Nalón se lleve por delante sus producciones. De hecho, una empresa de Forcinas ha interpuesto una demanda por responsabilidad patrimonial ante la Confederación Hidrográfica del Cantábrico (CHC), a la que reclama 132.430 euros por los daños provocados desde 2014 a causa de las riadas e inundaciones, y solicita a la administración que tome medidas de protección para que no se sigan repitiendo.

La empresa en cuestión es Agroforcinas S. L., gestora de una de las plantaciones de mayor tamaño en la vega de Forcinas. Su gerente es Alejandro Lechado y su batalla con la Confederación comenzó en 2016. «Interpusimos dos denuncias ante esta administración, que finalmente fueron desestimadas por silencio administrativo», explica Lechado, que en Pravia cuenta con unas cien hectáreas de kiwis.

Ante la inacción de la administración, este empresario local solicitó un informe pericial a un ingeniero agrónomo, que en el año 2019 corroboró que «los daños valorados han sido consecuencia de las crecidas reiterativas del río Nalón que se han venido produciendo desde el año 2014 hasta la actualidad, y que han provocado una erosión continuada, especialmente en su margen izquierdo, que es en el que se sitúan las fincas objeto de este informe pericial».

Dicho informe no deja lugar a dudas y esclarece que «todo indica que la causa es el incremento del caudal por las lluvias y la merma de la capacidad de desagüe, por la presencia de fuertes meandros que retardan y disminuyen la velocidad de evacuación del agua», siendo la consecuencia «la pérdida de terreno y los daños sobre la plantación, equipamientos e instalaciones anexas, debido al derrumbamiento y arrastre del suelo de las parcelas», indica el informe.

Ahora la empresa está a la espera de que se celebre el juicio, mientras sufren nuevas riadas e inundaciones. «Nosotros solo pedimos lo que creemos que es justo. Las vegas son una zona que hay que proteger porque tenemos nuestro negocio allí, trabajan muchas personas y realmente son de los pocos terrenos llanos de Asturias», indica Alejandro Lechado. «Entendemos donde estamos y los riesgos, pero hace falta una mejor gestión del caudal de los cauces y de los embalses, que también deberían de servir para regular ese cauce y controlar las crecidas», añade el productor praviano.