La Sociedad de Pescadores Las Mestas se fundó en el año 1994 por un grupo de pescadores ribereños del río Narcea con el objetivo de conservar y mantener la cuenca fluvial. Desde el centro ictiogénico de Quintana tienen capacidad para criar y repoblar con más ... de dos millones de alevines entre salmón y trucha, motivo por el cuál la cuenca Nalón-Narcea es de las pocas en las que crecen las capturas.
-Acaba de terminar la temporada de pesca tradicional con muerte de salmón, ¿qué valoración hace de este año?
-Lo cierto es que se pueden hacer dos lecturas. En lo que corresponde a la cuenca Nalón-Narcea, la tendencia es que tiene más capturas años tras año y la valoración es relativamente satisfactoria porque vemos que pese a la tendencia de toda la cornisa cantábrica, en la que cada vez hay menos peces, aquí no ha ocurrido eso y al menos se mantiene. Pero el resto de ríos viven un declive importante.
-¿A qué se debe esa diferencia?
-Está claro que algo está pasando diferente, tal vez la administración tiene que hacer un estudio y definir el motivo para aplicarlo a otras cuencas. Sólo puedo decir que lo único diferente que se hace es una repoblación más intensa o de más cantidad de alevines y eso nos lleva un gran trabajo.
-¿Entonces se ha pescado más que el año pasado?
-Realmente no, este año se han alcanzado las trescientas capturas y la temporada pasada 450, pero se debe a las restricciones, no a que no haya ejemplares. Se tomaron una serie de medidas para que no se mataran tantos salmones con la reducción de los cupos y restringiendo el uso de la ninfa. No podemos comparar con otros años, sería adulterar los datos.
-Mencionaba la repoblación, ¿en qué consiste el trabajo que hacen desde el centro ictiogénico de Quintana?
-Este año llevamos repoblando unos 140.000 alevines de trucha y 50.000 de salmón. Todavía nos queda mucho por hacer, al menos otros 150.000 salmones y 120.000 truchas. En el día a día nos ocupamos de alimentarlos hasta que tienen el tamaños suficiente para soltarlos. Actualmente tenemos 78 balsas para alevines y los plazos dependen mucho del crecimiento, pero todavía nos queda trabajo al menos hasta finales de septiembre porque dependemos de la disponibilidad de los voluntarios. Tenemos capacidad para soltar un millón y medio de alevines al año.
-Parece un trabajo duro que además repercute en el río. ¿Reciben subvenciones o ayudas?
-Anualmente recibimos un porcentaje de la Administración sobre las facturas presentadas el año anterior, pero la práctica totalidad de nuestra financiación es por la cuota de los más de mil socios. Piensa que el año pasado no llegamos a los 9.000 euros de ayudas, cuando el gasto fue de más de 30.000 euros, sólo en pienso nos gastamos unos 20.000 euros al año.
-Para cerrar, ¿cómo les afectó la pandemia?
-Principalmente afectó a nuestra premisa de intentar marcar los alevines de salmón que soltamos, pero hace falta mucha gente en el centro y ya no es posible. Este año de los 50.000 alevines que soltamos no hemos podido marcar ninguno. Al menos tuvimos permisos para que una persona fuese a cuidar los peces en los peores momentos de la pandemia.