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Los vecinos del barrio del Nodo en Candás han vivido esta noche una de las peores de su vida. En torno a las 2.30 horas de la madrugada, parte del tejado de uno de los edificios de la calle José González Moniello, número 3, cedía causando un gran estruendo al desplomarse. Por suerte, en el momento del derrumbe los inquilinos no se encontraban en su interior y no hay que lamentar heridos.
«Si llegan a estar dentro estarían muertos», lamentan sus familiares, quienes también vivían en el mismo edificio. Todos ellos tuvieron que ser desalojados, al igual que los del bloque contiguo, por seguridad. El Ayuntamiento los reubicó en torno a las siete de la mañana en el hotel Piedra.
Se desconocen las causas que provocaron el derrumbamiento del tejado y que deberán ser esclarecidas por un informe técnico.
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