Los cazadores maliayos defienden sus derechos en los juzgados

En un comunicado emitido por su abogado, José Bembibre, se señala que José María Pezón, presidente de la sociedad de cazadores, adjudicataria del aprovechamiento cinegético de los cotos de Valdediós y el Cordal de Peón, ha procedido, «en defensa de la caza», a interponer un recurso para la protección de sus derechos fundamentales. Consideran que, al no permitir esta práctica deportiva, se han infringido «los artículos 14 y el 43 de la Constitución, así como la Disposición final segunda y la tercera de la orden SND/399/2020, de 9 de mayo, para la flexibilización de determinadas restricciones de ámbito nacional establecidas tras la declaración del estado de alarma en aplicación de la fase 1». Dichos preceptos, dicen, son «contrarios al ordenamiento jurídico y especialmente lesivos para las asociaciones de cazadores de todo el país».

La orden recurrida excluye la actividad física y deportiva de la caza, «sin que conste razonamiento, ni aún mínima exposición de los motivos sanitarios y técnicos por los que sin más argumentación se prohibe esta actividad». «Ello -señalan- supone una discriminación intolerable frente a la práctica de otros deportes que cumplan las mismas características (desarrollarse al aire libre, en espacios naturales, de carácter individual y sin contacto con terceros). Lo que supone un ataque flagrante al artículo 14 de la Constitución».

En definitiva, añaden, «no existe un mínimo y motivado razonamiento jurídico que explique y justifique el motivo de tal discriminación, de por qué la caza deportiva es merecedora de un trato desigual». Por ello, han procedido a solicitar una medida cautelarísima a los efectos de que suspendan inmediatamente dicha disposición.

«La asociación de cazadores El Portal se encuentra siempre a disposición de la comunidad, tratando de dar solución a cualquier problema que pueda surgir, estando a disposición de colaborar en el desarrollo y provenir de Villaviciosa», aseguran. Entre sus labores está, además, apoyar a los ganaderos y agricultores «en un momento crítico que coincide con la siembra de maíz y de otros cultivos, con gran repercusión económica» y que se pueden ver afectados por la presencia de animales como el jabalí.