Castrillón pone en guardia a los propietarios de aves tras el caso de gripe aviar en Bayas

La relación es simple, análoga a la implementada por otras administraciones durante los últimos años, y diseñada para limitar, en la medida de lo posible, el contacto de las aves domésticas con las silvestres. Así, se recomienda impedir el acceso de las segundas al agua de bebida y al alimento de las de corral, y emplear telas pajareras para aislar las zonas por las que los animales propios campan. Del mismo modo, es aconsejable minimizar el contacto innecesario con las aves con síntomas clínicos, al igual que con las que se hallen muertas en el campo. En último término, se insta a una vigilancia atenta de las explotaciones avícolas y de las aves silvestres; en caso de sospecha de enfermedad, es preciso llamar de inmediato a los servicios veterinarios oficiales, a través de los teléfonos 985105615 ó 985105391.

«Se trata de limitar y de observar, del mismo modo que el Principado lo está haciendo en las grandes explotaciones», insistió ayer la alcaldesa, Yasmina Triguero. No obstante, la propia regidora invitó a ser mesurados y a no caer en una preocupación innecesaria. «Prudencia y vigilancia, sí; alarma, no. Todavía no se ha dicho que estemos ante un problema grave».