Carreño estudia ahora una opción de compra para el Teatro Prendes

El Ayuntamiento de Carreño estudia la posibilidad de recurrir a una opción de compra para que el Teatro Prendes de Candás pase a ser de propiedad municipal. Esa posibilidad parte de una iniciativa del Partido Popular, que fue planteada en el marco de la negociación de los presupuestos para el presente ejercicio. Los populares se oponen ahora a la expropiación forzosa de la finca que ocupa el emblemático centro cultural, además de otro edificio anexo que antaño fue el Cine Avenida.

«El PP, desde un principio, se mostró partidario de su adquisición por la vía de la negociación para no perjudicar a sus dueños», asegura su portavoz, Joana Canals. Otra razón que justificó la búsqueda de otras alternativas «fue que la vía elegida por el equipo de gobierno socialista de la expropiación forzosa, no era la adecuada y tendría unas consecuencias económicas nefastas para el Ayuntamiento».

Canals explicó, además, que una opción de compra supondría «un paso ventajoso» ahora que se está revisando la renta anual a pagar por el Prendes, que ahora es de 4.840 euros mensuales. «Este dinero sería ya como una inversión de cara a una futura adquisición».

En el transcurso de la negociación, el PSOE se mostró en un primer momento abierto a este planteamiento. Sin embargo, surgieron algunas dudas de tipo legal para ver si era factible este tipo de operación por parte de una Administración Pública, por lo que se optó por encargar un informe jurídico.

El PSOE, anunció en el mes de marzo del pasado año su renuncia a expropiar el Teatro Prendes de Candás y culpó a los conservadores de «impedir» materializar esta operación dentro del ejercicio presupuestario de 2018. Y, así, pese a la disponibilidad de fondos, la expropiación se hizo inviable. La iniciativa cumplía dos objetivos: por un lado permitía al Ayuntamiento hacerse con un equipamiento cultural para el concejo y, por otro, disponer de los 65.000 euros anuales que supone su alquiler. La intención de que el Prendes pasara a ser municipal chocó contra la obligación de computar el importe de su compra en el ejercicio 2019, lo que hubiera supuesto un mayor incumplimiento de la estabilidad presupuestaria. El gobierno local optó por la expropiación después de que la propiedad valorarse el edificio en más de dos millones de euros, un precio que duplicó el ofrecido por el Consistorio.