«No soy ningún asesino, no quise acabar con la vida de Adrián»

El defensor aseguró que las razones esgrimidas por el jurado popular para hablar de alevosía eran «de locura y contrarias a la lógica». En la sentencia se habla de que Gancedo no pudo ver la navaja con la que fue atacado y que por tanto no tuvo la oportunidad de defenderse. Algo que negó, alegando que había al menos dos testigos que declararon haber visto el arma. Además, recordó que previamente la víctima ya había recibido tres puñaladas por la espalda. «Por tanto, es de esperar que cuando momentos después Tuero le atacó de frente, ya sabía que portaba una navaja», afirmó.

Esta explicación fue desmontada por la Fiscalía y la acusación particular. «Adrián había sido previamente atacado. No solo por Brayan, sino por varias personas más que lo machacaron. Estaba aturdido y malherido. No tuvo oportunidad de defenderse», aseguraron. El abogado de los padres de la víctima fue un paso más allá, asegurando que «la voluntad de matar estaba clara. No fue un acto defensivo por parte de Tuero, fue con intención de matar».

La vista acabó con las escasas palabras de Brayan Tuero, que aseguró no ser «ningún asesino, no quise acabar con la vida de Adrián». El joven, que compadeció por videoconferencia desde la cárcel donde está cumpliendo la condena, deseó que los hechos no hubiesen ocurrido y aseguró, ante los alegatos de la Fiscalía y las acusaciones particulares, que el día de los hechos «estaba muy borracho, y eso nadie me lo va a negar».