La Banda de Música exige la construcción de su nueva sede

La Banda de Música desfiló ayer por las calles de Candás para exigir al Principado el cumplimiento de la sentencia del Tribunal Superior de Justicia que les obliga a llevar a cabo la construcción de una sede para la agrupación y para la coral Aires de Candás. La medida pretende mostrar su malestar con la propuesta de presupuestos para 2020 elaborada por el Gobierno regional en la que se incluyen únicamente 123.400 euros para el Centro de Música, cuyo obra ascendería a 745.255. Así, arropados por un grupo de vecinos, hicieron lo que mejor saben, llenar cada rincón de la capital carreñense de música.

La agrupación teme que, de no ejecutarse dicha sentencia, acaben por desaparecer. La falta de un local propio complica el día a día de la banda, que lleva esperando por disponer de una nueva sede desde hace casi una década. «Somos conscientes de que es mucho el interés de la Consejería de Cultura de hacer la obra del centro de estudios musicales, pero nuestra situación es que necesitamos los nuevos locales lo más pronto posible», explicó en su momento el presidente, José Miguel Karrera-Génova. De ahí la decisión de organizar una reivindicación por las calles del pueblo.

El pasacalles salió de la CNT para recorrer las calles La Cruz, Rosal, Valdés Pumarino, Santolaya, Braulio Busto, Albo y Barceloneta. El recorrido, no obstante, se vio interrumpido por la intensa lluvia. Los músicos tuvieron que atecharse durante varios minutos para impedir que los instrumentos resultasen dañados por el agua. Aún así, continuaron con el itinerario hasta finalizar en la plaza de La Baragaña, donde recibieron un gran aplauso de los vecinos que les acompañaron en su reivindicación.

El Ayuntamiento de Carreño firmó en 2010 un convenio con el Principado por el que el Gobierno regional se comprometía a construir una sede para la banda y la coral. El convenio no llegó a cumplirse, a pesar de las continuas demandas del equipo de gobierno local para que así fuera. Ante las negativas recibidas, el problema fue llevado ante la justicia, logrando en 2016 una sentencia del Tribunal Superior de Justicia que obligaba a su ejecución.

En 2018, se procedió al derribo el edificio prefabricado donde la banda llevaba ensayando los últimos años, obligándolos a trasladarse a un local de la CNT. Este paso hacía prever la pronta construcción del nuevo local, aunque los meses siguieron pasando sin ninguna novedad. Con la elaboración de presupuestos para el próximo año, desde la agrupación esperaban que se incluyese definitivamente la partida para las obras, pero su sorpresa fue mayúscula cuando vieron que solo se destinaban 123.400 euros.