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ALEJANDRO L. JAMBRINA
PEÑAULLÁN.
Lunes, 4 de octubre 2021, 01:45
El pasado 9 de septiembre miles de niños y niñas asturianos volvieron a las aulas en Asturias con la ilusión de afrontar un curso en el que parece que se irá recuperando la normalidad. El Colegio Rural Agrupado (CRA) Bajo Nalón no es una excepción, ... tanto el equipo docente como el alumnado celebran el regreso a las aulas, pero lo hacen con un halo de tristeza porque este curso se materializó el temido cierre de la escuela de Riberas.
Tres de los cuatro niños que había en la escuela del pueblo pasan este curso al instituto y no hubo matrículas nuevas. Se certifica así el cierre de la segunda escuela rural de la comarca, tras el cierre de la de Santianes en julio de 2020.
Sobreviven, por tanto, solo dos escuelas rurales. La de Somao y la de Agones. «En Somao pinta muy bien, tenemos dieciséis alumnos y este curso hemos conseguido el desdoble, tenemos un aula de Infantil con nueve niños y otra de Primaria con siete, con una tutora para cada grupo», celebra Begoña Artime, directora del CRA Bajo Nalón. «La gente del pueblo también nota que hay más vida, da gusto ver como se revitaliza poco a poco, la pena fue el cierre de Riberas, es algo que sentimos mucho», reconoce con pena la docente.
El periodo de matriculaciones continúa abierto y no se descarta que haya nuevos niños en las dos escuelas que permanecen abiertas, de hecho el equipo directivo trabaja a destajo para potenciar y difundir las bondades de este sistema educativo rural, «una educación mucho más cercana y personalizada», para atraer a nuevas familias que apuesten por este tipo de enseñanza.
El hecho es que el cierre de la escuela de Riberas no solo dejó al pueblo sin un espacio educativo que llevaba siendo referencia durante años. La única niña que quedaba en Primaria se ha visto obligada a matricularse en el colegio de Soto del Barco, sin que su familia tenga capacidad para llevarla y recogerla cada día, lo que les está suponiendo un autentico problema. El Ayuntamiento de Soto del Barco se ha comprometido a ayudarlos y un policía local del concejo hace de chofer cada mañana de la pequeña, mientras su familia espera a que la consejería de Educación les ofrezca una solución viable.
El otro gran cambio por el que esperan en el CRA Bajo Nalón es el cierre de la sede de Peñaullán, en la que no hay alumnos desde el curso 14/15 y hace las veces de sede central y sala de profesores. El edificio tiene su estructura muy dañada y es un peligro, por eso desde la consejería de Educación tienen en marcha un proyecto para cambiar la sede a Somao. «Estamos esperando por el traslado, la obra ya salió adjudicada pero no se hará hasta navidad», anticipa la directora del CRA.
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