La acusación cree que la declaración del procesado por abuso sexual prueba los hechos

A puerta cerrada y con los únicos testimonios de la acusación. Así se celebró ayer, en la Audiencia Provincial con sede en Gijón, el juicio contra un acusado de abusar sexualmente de una adolescente de 15 años a la que había conocido a través de la red social Instagram. Al término del mismo, la abogada de la acusación particular, Graciela Lagunilla, confirmó que mantiene la pena de tres años y medio de cárcel para el presunto autor del delito. La misma pena que pedía la Fiscalía. «Confiamos en pronto habrá una sentencia rápida que nos dará la razón», manifestó la letrada.

El juzgado, un joven de 26 años, prestó declaración ante el juez durante dos horas y media. En la vista oral celebrada ayer también testificaron varios testigos aportados por la acusación particular. El abogado de la defensa, por su parte, no quiso efectuar comentario alguno tras el juicio, alegando que «se trata de un asunto con menores implicados que requiere de la máxima discreción y por ese motivo se celebró a puerta cerrada». La letrada de la acusación, sin embargo, sostiene que a la vista de los hechos y argumentos expuestos en la vista, se sabrá pronto el veredicto».

De cumplirse estas previsiones, el acusado, que no tienen antecedentes penales, podría enfrentarse a una pena de tres años y seis meses de prisión e inhabilitación especial para el ejercicio del derecho de sufragio pasivo durante el tiempo de la condena. También a la prohibición de acercarse a la menor, de 15 años, a menos de 500 metros durante un periodo de cinco años a su domicilio o cualquier lugar donde se encuentre, así como de comunicarse con ella por el mismo espacio de tiempo.

Los hechos tuvieron lugar, según recoge el Ministerio Fiscal en su escrito, en un telecentro de Carreño en la madrugada del 5 de mayo de 2018, sobre la una de la madrugada. El acusado se había citado allí con la adolescente, a la que había conocido a través de Instagram. «Una vez allí, la menor se subió de forma voluntaria al vehículo del acusado y él condujo hasta el aparcamiento de un polideportivo, que en esos momentos estaba vacío. Dentro del coche, el acusado conminó a la adolescente para que le masturbase, accediendo la menor, inquietada por la situación en la que se encontraba».

En concepto de responsabilidad civil, se solicita que el acusado indemnice a la menor con 2.000 euros por el daño moral causado.