C. R.
Martes, 31 de mayo 2016, 00:25
El vecino de Soto del Barco que el pasado jueves provocó un altercado durante el Pleno municipal justificó ayer los insultos de «chaqueteros» y «arrastrados» que dedicó a una Corporación en la que, según dice, «no existe oposición». Lamenta el olvido de la zona de Rubines y que nadie actúe «porque todo el mundo le baila el agua al alcalde». Criticó, además, que quisieran esposarle.
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